30 kilos de arroz y toneladas de felicidad en el adiós del Corpus de Sepulcro Hilario

Los festejos del Corpus Christi que reúnen a vecinos e hijos del pueblo en el municipio de Sepulcro Hilario llegan hoy a su fin con una suave transición de la euforia a la felicidad plena que proporciona pasar buenos ratos entre amigos y familiares compartiendo uno de los platos más populares: una paella.

Esta comida popular, ya habitual en el último día de las fiestas, consistió en una gran paella mixta para 300 personas a base de gambas, mejillones, calamares, pollo, cerdo, y 30 kilos de arroz. Sangría, refrescos y pan acompañaron a este plato estrella en el entorno del frontón, en el que ya se preparaban los hinchables y juegos infantiles para la tarde.

Mientras algunos comensales cogían sitio en el exterior, bajo unas sombrillas perfectamente dispuestas, y junto al lugar de reparto de la paella, otros disfrutaban de la comida en el interior del bar, un espacio fresco provisto de mesas unidas a lo largo para acoger a los grupos más numerosos.

Peñistas jóvenes y también mayores hicieron cola frente a las mesas de servicio de la paella para canjear su ticket por un generoso plato y escoger su bebida favorita. Como sobremesa, los asistentes saborearon una charanga, de la mano de Manliao, encargada de animar una tarde de juegos para los más pequeños y convivencia en general.

La última noche de celebraciones se salda con una macrodiscoteca y su camión escenario, brindando a todos los que estos días multiplican la población, una última oportunidad para demostrar su devoción por el Corpus, y para agotar el último remanente de energía.

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