La Fiscalía de Salamanca archiva la denuncia contra el obispo Reig Pla por vincular discapacidad y pecado
El Gobierno denunció al obispo emérito de Alcalá por delito de odio. El fiscal ve expresiones reprochables e imprudentes en su homilía en Alba , pero sin los elementos necesarios para el tipo penal
SALAMANCA
Miércoles, 17 de septiembre 2025, 12:28
La Fiscalía de Salamanca ha archivado las diligencias abiertas contra el obispo emérito de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla, denunciado por vincular la discapacidad con el «pecado» durante una homilía pronunciada el pasado 11 de mayo en Alba de Tormes.
La denuncia fue presentada por el director general de Derechos de las Personas con Discapacidad del Ministerio de Derechos Sociales, que entendía que las palabras podían constituir un delito de odio por lesión a la dignidad de las personas con discapacidad. El expediente llegó a Salamanca a finales de mayo, y tras meses de investigación el fiscal delegado de Delitos de Odio concluye que los hechos «carecen de los elementos necesarios» para configurar el delito del artículo 510.2 a) del Código Penal.
Durante la homilía en la iglesia de la Anunciación, Reig Pla señaló que los niños que nacen con discapacidad son también «llamados por Dios», aunque añadió que ello «ya es herencia del pecado y del desorden de la naturaleza». Unas frases que levantaron un fuerte rechazo social. La asociación Asprodes, con más de seis décadas de trayectoria en Salamanca, calificó las declaraciones de «profundamente ofensivas y estigmatizantes» y recordó que la discapacidad «tiene causas orgánicas y biológicas», no un castigo moral.
La polémica trascendió también a la Iglesia local. El obispo de Salamanca, José Luis Retana, se desmarcó con rotundidad: «No se puede hablar así de nadie», defendiendo la obligación eclesial de «promover la dignidad y la inclusividad». Desde el Carmelo de Alba, en cambio, el prior trató de matizar la homilía afirmando que había sido «malinterpretada» y que la intención del obispo emérito era subrayar la dignidad de las personas más frágiles.
En su decreto de archivo, al que ha tenido acceso LA GACETA, la Fiscalía reconoce que las palabras de Reig Pla fueron «desafortunadas» e «imprudentes», con capacidad para herir sensibilidades y provocar rechazo social. Sin embargo, subraya que no hubo ánimo discriminatorio ni intención de humillar, sino una reflexión en el marco de un acto litúrgico. El fiscal recuerda que para que exista delito de odio es necesario un móvil discriminatorio claro y que las expresiones produzcan humillación o menosprecio por razón de discapacidad, lo que en este caso no se cumple.
El decreto añade que el obispo ya difundió un comunicado oficial en el que lamentaba si alguien se había sentido ofendido y aclaraba que su intención había sido expresar «el amor de Dios por todos, en especial por quienes sufren alguna discapacidad». Esa rectificación, junto con el contexto religioso de la homilía, refuerza para el fiscal la inexistencia de responsabilidad penal.
No obstante, el escrito advierte que, aunque no exista delito, «las palabras erosionan la sensibilidad de la sociedad y resultan reprochables desde una perspectiva ético-moral». En consecuencia, decreta el archivo de las diligencias, sin perjuicio de que el denunciante pueda reiterar la acusación ante un juzgado de instrucción si lo estima oportuno.
Con este pronunciamiento, la Fiscalía de Salamanca cierra un caso que ha abierto un debate más amplio sobre los límites del discurso en actos religiosos y la necesidad de un lenguaje inclusivo que no estigmatice a colectivos especialmente vulnerables.