La Feria de Teatro rompe la pared entre ficción y realidad

La segunda jornada de la XXVIII Feria de Teatro de Castilla y León estuvo marcada por dos estrenos absolutos, el primero de los cuales se encargó además de abrir la mañana con el primero de los dos pases que se celebraron: «Miscelánea», de la burgalesa Estrella R. en colaboración con la cántabra Ruido Interno se presentó en el patio de Las Misioneras-Santa Teresa, un espacio que además estrena distribución este año, según indicó el director de la feria.

La obra, un monólogo desgarrador sobre la salud mental, guió a los espectadores por una emotiva experiencia real acompañada de audiovisuales, y finalizada con un coloquio. Esta es además una de las obras que ha agotado las entradas. Un cuaderno de bitácora acompañó la narración, en la que los cubiertos de plástico adquieren un significado profundo que invita a reflexionar sobre la visibilidad de enfermedades como la depresión.

La mirobrigense Cristina Hernández, directora del Instituto de la Mujer, organismo del Gobierno de España que estrena colaboración con la feria, estuvo presente en otra de las obras dentro del género documental que formaban parte del programa, «Federico. No hay olvido, ni sueño: carne viva». Esta producción de la compañía Proyecto 43-2 hizo un recorrido por la vida del genial poeta y dramaturgo y del contexto social de sus obras más célebres.

Hernández destacó que «la cultura es un derecho no solo de las ciudades y una forma de reivindicar que la vida del mundo rural es digna y que la cultura tiene que llegar a cualquier rincón del país». La directora del Instituto de la Mujer recalcó la apuesta de este evento por las mujeres creadoras y que «encaja en el eje estratégico de impulsar el feminismo y el trabajo de la perspectiva de género». El director de la feria, Manuel González, reseñó la buena recepción de las obras de teatro documental «tanto entre los profesionales y del público que han demandado mucho las entradas para estas obras».

También por la mañana se celebró, en este caso para el público infantil, la representación de «Rucs, el Maleficio del Brujo», un estreno en castellano para niños a partir de 4 años. Para culminar la matinal del segundo día, el Palacio de Montarco albergó la entrega de los premios Rosa María García Cano, en recuerdo a la que fuera una de las impulsoras y primera directora de la Feria de Teatro. El premio regional recayó en El Centro de Creación Escénica «La Parrala», sede de la Asociación de Artes Escénicas de Burgos que cumple este año su 25º aniversario, mientras que el nacional fue para CIRCORED, la Federación de Asociaciones de Profesionales de Circo de España. Finalmente, el portugués Américo Rodrígues se hizo con el galardón internacional por su trayectoria profesional y vinculación con la cita mirobrigense.

La tarde osciló entre propuestas de sala como «Una mera curiosidad» y espectáculos itinerantes como el caso de «Carrusel», una atracción ambulante que causó sensación en las calles de Ciudad Rodrigo.

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