Fallece a los 96 años don Pedro Calama, párroco de El Cerro durante más de 60 años

Don Pedro Calama, párroco de la localidad de El Cerro durante más de sesenta años, falleció este sábado a los 96 años de edad.

Retirado de la labor pastoral desde hace unos dos años, don Pedro, natural de La Alberca, llegó a la localidad de la comarca de Béjar en 1958 y allí siguió hasta su retiro. Llevó otras localidades de la zona (Montemayor del Río, Lagunilla y Valdelageve), pero vivió todos esos años en la localidad de El Cerro, donde se integró como un vecino más y donde había oficiado bodas, bautizos, comuniones o funerales de sus vecinos. Antes de llegar a la Diócesis salmantina con 30 años, había sido párroco de las localidades cacereñas de Ladrillar, El Cabezo y Riomalo de Arriba. Después fue destinado a El Cerro y allí siguió hasta bien entrada la década de los años 20 del actual siglo.

Le ha tocado vivir la despoblación de la localidad, la emigración o la pandemia del coronavirus, que pasó en el pueblo junto a sus vecinos. Recordaba todos estos hechos en una entrevista concedida a LA GACETA y publicada el 12 de diciembre de 2020 al hablar de los cambios de El Cerro: «ha cambiado mucho de cuando yo vine a ahora. La cara y la cruz. Completamente distinto, en lo urbano, lo cívico, el trato de unos con otros... Cada vez somos menos, más mayores. La juventud no viene o viene los fines de semana; trabajan fuera, en Guijuelo, en Béjar y muchos para la emigración. Hubo una emigración grande en los años sesenta y setenta. Es rara la familia que hoy día no ha estado en Francia, Alemania o Suiza».

Entre los diversos homenajes que ha recibido se encuentra el celebrado en el pueblo en verano de 2019, fecha en la que se colocó una placa en su recuerdo en la iglesia y se nombró la plaza adyacente con su nombre.

La capilla ardiente se encuentra en la sala Jovellanos de la Casa de la Iglesia, y el funeral se celebrará este domingo, 22 de diciembre, a las 17:00 horas, en la parroquia de San Nicolás de Bari de El Cerro. Estará presidida por el obispo de Salamanca, José Luis Retana.

Fue uno de los párrocos veteranos que aguantaron al pie del cañón con una avanzada edad y fallece el mismo año en el que lo hizo su amigo y párroco de Linares de Riofrío durante 55 años, Juan José Regalado.

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