La escasez de oferta de alojamiento lastra el desarrollo turístico de Béjar

El paulatino descenso de plazas hoteleras en Béjar está lastrando la histórica apuesta de las sucesivas corporaciones municipales en el Ayuntamiento por desarrollar e impulsar su sector turístico.

Desde hace décadas, el Consistorio utiliza como reclamo turístico atractivos como La Covatilla o la belleza de su entorno natural para realizar rutas de senderismo y alta montaña, singularidades como la plaza de toros y el jardín renacentista de El Bosque y tradiciones como el Corpus y los Hombres de Musgo. Sin embargo, esa apuesta choca de frente con la falta de plazas de alojamiento que den respuesta a una masiva llegada de turistas para disfrutar de la oferta en Béjar.

Según datos facilitados por la oficina de turismo, la ciudad cuenta con apenas 510 plazas de alojamiento en base a los datos incluidos en el Registro de Turismo de Castilla y León. Evidentemente, ese balance excluye las plazas que ofertaban ejemplos de alojamientos de gran capacidad, como los hoteles Colón, en pleno centro de la ciudad, Piel de Toro, en la plaza de la Piedad o el antiguo hotel Cubino, en el término municipal de Vallejera de Riofrío. En el lado opuesto, ha proliferado la apuesta de emprendedores locales que han convertido antiguas viviendas heredadas o adquiridas para convertirlas en apartamentos turísticos y mantienen aún su actividad pequeños hoteles o alojamientos en distintas zonas de la ciudad.

Toda esta problemática ha traído consigo, por tanto, un paulatino descenso en la capacidad de Béjar para acoger pernoctaciones y estancias de fin de semana, ya que los turistas optan por localidades cercanas como Candelario, La Alberca, Barco de Ávila o Hervás y Baños, en el norte de Cáceres, para pasar la noche durante puentes y fines de semana.

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