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Antonio César Fernández
El salesiano asesinado en Burkina Faso, un mártir de las Arribes

El salesiano asesinado en Burkina Faso, un mártir de las Arribes

César Fernández tenía raíces salmantinas. Amigos y familiares le recuerdan como un hombre ‘bueno’ que presumía de su tierra

Miércoles, 20 de febrero 2019, 19:34

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El asesinato el día 15 de febrero del misionero salesiano Antonio César Fernández Fernández durante un ataque yihadista al sur de Burkina Faso conmocionó a media España, y a un pueblo salmantino por encima de todos, Saucelle. El padre César presumía de sus raíces arribeñas siempre que hablaba con sacerdotes de su congregación, y ahora los vecinos más mayores de Saucelle y los familiares que aún residen en la provincia le hacen en modo de recuerdo su particular homenaje.

El padre de César Fernández era natural de Saucelle y tras acabar la guerra conoció a una mujer cordobesa con la que se trasladó a vivir a Pozoblanco y fruto de aquella relación nacieron el sacerdote salesiano recientemente asesinado y otros cuatro hermanos. Esto lo cuenta al detalle el único primo carnal que le queda en Salamanca, José Casado Fernández, natural de Barruecopardo y residente en la capital salmantina: “De pequeño tengo muchos recuerdos con mi primo jugando por las calles de Saucelle. Se crió en una pequeña calle situada junto a la plaza de la iglesia y posteriormente, cuando encaminó su vida a las misiones, ya dejó de venir con asiduidad a la provincia”, relata.

César Fernández era un hombre “bueno”, según señala José Casado, aunque apenas pisaba suelo español: “Dedicaba su vida a las misiones y a estar con quienes más los necesitaba. Tan solo venía una vez al año a España y desde hace más de diez años no hablaba con él”, explica. Para Casado, el asesinato “ha sido una gran pérdida” y una desagradable sorpresa para toda la familia: “Lo escuchó mi hijo mientras se afeitaba y me llamó para decírmelo, no me lo podía creer”, indica.

Si José Casado trató a César Fernández en su infancia, en los últimos años de su vida otro arribeño estuvo especialmente cerca de él, el padre Paco Alegría, salesiano natural de Barruecopardo: “La última vez que estuvo en España estuvo conmigo en Córdoba. Le acompañé porque quería comprar un azulejo de María Auxiliadora para ponerlo en un colegio que estaba abriendo allí en la capital de Burkina Faso”. El padre Alegría resaltaba como una de las cualidades de César Fernández “su entrega a los demás”, y recuerda que en sus conversaciones “siempre salía Saucelle y Barruecopardo”. Según relata su compañero salesiano, el padre recientemente asesinado “presumía de sus raíces salmantinas” y “aunque ya no visitaba la tierra de sus padres” se preocupaba por saber cómo estaban las cosas en estos pequeños pueblos del oeste.

Hasta ahora muchos vecinos de las Arribes no sabían quién era el padre César Fernández era “paisano”, ahora, tras el terrible final que le tenía deparado el destino, nadie olvidará su generosidad.

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