El cierre hostelero da la puntilla a La Alberca
Las restricciones sanitarias vacían la localidad de turistas y complican la supervivencia del comercio
El cierre territorial está afectando gravemente a las localidades que viven del turismo. Para los habitantes y comerciantes de La Alberca el panorama es especialmente desolador, y coinciden en que abrir la Región de cara al próximo puente de la Constitución supondría un salvavidas.
“No hay nadie, no dan ganas ni de abrir”, lamentan desde los negocios. “A nosotros no nos obligan a cerrar como a los hosteleros, pero es como si también hubiéramos cerrados, estamos igual de mal”, afirma Juan Carlos González, propietario de una tienda de regalos en la localidad serrana.
El auge turístico y gastronómico de La Alberca, tan famoso fuera de Castilla y León, de donde proviene la mayoría de visitantes, se hunde por las restricciones sanitarias y obliga a los establecimientos supervivientes a reducir sus horarios de apertura ante la falta de visitantes.
Hay quienes deciden simplemente dejar de trabajar por las tardes, y quienes incluso han tirado la toalla los fines de semana, antes repletos de clientela. “No habíamos vivido nada similar nunca, esto parece un pueblo fantasma”, declara Juan Carlos González, quien ha optado por directamente no abrir la mayoría de días. “No merece la pena porque no hay nadie”. Tanto él como Mari Luz Lorenzo, turronera, poseen negocios enfocados especialmente al turismo, que siempre ha sustentado la economía de La Alberca con firmeza y orgullo.
Ambos comerciantes señalan que abrir el territorio en el puente de diciembre les salvaría para el resto del invierno. “La mayoría de los visitantes eran de Andalucía y Madrid, así que estamos peor incluso que los restaurantes y hoteles”, revelan. El desánimo es cada día más aplastante, y aunque desean fervientemente volver a recuperarse, temen que esa deseada apertura de fronteras entre comunidades autónomas no se llegue a producir en el puente de la Constitución.
