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El artesano Carlos Simón ha dado forma a las sandalias que rememoran a los caminantes en Miranda de Azán. EÑE
El artesano de la forja que honra a los peregrinos en Miranda de Azán

El artesano de la forja que honra a los peregrinos en Miranda de Azán

Argentino de nacimiento, Carlos Simón lleva 30 años en España y es el artesano de las sandalias con las que Miranda de Azán honra al Camino de Santiago y la Vía de la Plata

Domingo, 28 de febrero 2021, 19:42

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“Es emocionante que una escultura mía esté al aire libre y que la gente la pueda ver y disfrutar”, así de satisfecho está Carlos Simón, autor de la escultura que decora el cruce de caminos que conforman la Ruta de la Plata y el Camino de Santiago en la localidad de Miranda de Azán.

La idea de rendir homenaje a caminantes y peregrinos que transitan por este lugar nació del Consistorio mirandés, que encargo la pieza al artesano de la forja y la escultura que vive en la cercana localidad de Arapiles.

Argentino de nacimiento, lleva en España casi tres décadas. “Siempre me llamó la atención el dibujo, desde pequeño, pero en Argentina inicié mis estudios en veterinaria antes de venir a España”. Dos de sus hermanos le precedieron en su viaje a través del Atlántico, “en los años 80 se vino una hermana, en los 90 otro hermano y yo llegué después”.

Ha sido vendedor ambulante de ropa y bisutería muchos años, incluso en grandes festivales de música como el Viña Rock. “Cuando llegó la crisis de 2008 todo cambió, y yo también. Me puse a estudiar forja artística en la Escuela de Bellas Artes de Salamanca y luego hice un ciclo superior de Escultura”, relata Carlos, cuyo trabajo diario hasta hace poco se desarrollaba en una empresa de forja industrial con piezas diseñadas por ingenieros.

“No me considero artista, sino un artesano buscando soluciones. La palabra “escultor” me parece casi inalcanzable”, relata con humildad. Acerca de la pieza que se acaba de instalar en Miranda de Azán apunta que: “la concha del Camino de Santiago, el bastón, el sombrero típico y otros elementos están muy vistos y decidimos con el Ayuntamiento que las sandalias también eran representativas de caminantes y peregrinos que han pasado a lo largo de los siglos por estas rutas”, asegura Carlos Simón.

Para llegar a la pieza que ya se ha instalado en el camino realizó un primer par de sandalias, “pero tenían demasiado aspecto medieval y decidimos hacer otras con un aire más antiguo, que recordasen más la etapa de los romanos”, señala.

“Si vas a hacer zapatos, llama a un zapatero”, esa es la reflexión de partida tras la que el artista decidió contactar con una artesana del cuero que vive en un pequeño pueblo de Salamanca, “me envió una plantilla y a partir de ese momento desarrollé el resto de la escultura en la que cada pieza recuerda el cuero y el aspecto que tiene en unas sandalias. No se ven las soldaduras y algunos elementos como los cordones están hechos de una sola pieza igual que los que llevarían unas sandalias de cuero”.

Otra de las variables que ha tenido en cuenta a la hora de llevar a cabo la pieza es el tamaño, “son un poco más grandes que unas sandalias normales, pero tampoco son gigantes”, resume Carlos Simon al que en 2019 le otorgaron el premio Manel Ballet en Granollers, un galardón único por el que competían 131 esculturas.

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