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Jueves, 14 de noviembre 2024, 06:00
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El Defensor del Pueblo ha instado a la empresa Vibasa, dependiente del grupo Monbus y prestadora del servicio de transporte público por autobús entre Coria y Salamanca a restablecer todos los servicios de lunes a viernes y domingo recogidos en el contrato de la concesión del servicio público antes del 1 de marzo de 2023.
Se trata de la línea que comunica Sotoserrano, Cepeda, Miranda del Castañar, Santibáñez de la Sierra, San Esteban de la Sierra, San Miguel de Valero y Linares de Riofrío con Salamanca capital y que sufrió un drástico recorte de horarios y servicios con los consiguientes problemas para los usuarios de la zona, fundamentalmente personas mayores que no conducen, que no manejan internet y que carecen de tarjeta bancaria para pagar el billete de autobús previamente.
Según ha hecho público el Ayuntamiento de San Esteban que preside Antonio Labrador, el escrito remitido al Ayuntamiento por parte del Defensor del Pueblo recuerda que la Disposición adicional centésima séptima de la Ley 31/2022, de 23 de diciembre, de Presupuestos General del Estado para el año 2023 señala que «los concesionarios de los servicios de transporte regular de viajeros por carretera competencia de la Administración General del Estado debían reponer la totalidad de la oferta de servicios recogida en el contrato antes del 1 de marzo de 2023». Igualmente, el escrito señala que se ha puesto las incidencias que motivan esta queja de los ayuntamientos de la zona en conocimiento de los servicios de inspección de la Dirección General de Transporte por Carretera «con el fin de que se efectúen las actuaciones que se consideren procedentes».
Antonio Labrador espera que «se intente de una vez por todas trabajar para que la carencia ante un servicio necesario y el incumplimiento de las empresas prestadoras del servicio se pueda solucionar». Antes del recorte de servicios realizado por la empresa adjudicataria, los vecinos de las localidades afectadas podían viajar entre sus pueblos y Salamanca de lunes a viernes. Un autobús salía a las 8:30 y regresaba sobre las 15:00, mientras que otro pasaba a las 10:00 y regresaba a las 17:30. Los sábados salía a las 11:00 de Salamanca hacia los pueblos y los domingos, regresaba a Salamanca a las 19:00 horas (los horarios son los de paso aproximado por San Miguel). Ahora, sólo hay un autobús de ida el lunes y el viernes a las 9:00 y de regreso a las 17:00 ambos días. Además, hay que llamar y pagar con anticipo y no siempre se contesta. Y es que, según las quejas de alcaldes y usuarios, otro de los problemas de la línea es que hay que llamar o reservar plaza por internet y no siempre contestan o se puede reservar. Se les asegura que está completo el autobús porque se habilitan minibuses de siete plazas o taxis en lugar de mantener los coches de línea de toda la vida.
«Es una forma de terminar de ahogar a los pueblos», señala Manuel González, alcalde de Miranda del Castañar. Él ha escrito a la Junta y mantenido encuentros con responsables del Gobierno central, pero no se han producido avances hasta el momento. Se queja también de que el vehículo que pasa por Miranda es un coche pequeño que muchas veces va lleno y no recoge más gente lo que obliga a los vecinos a buscarse un taxi, un conocido o intentar acercarse a Mogarraz para poder ir desde allí a Salamanca porque esa línea funciona mejor. De hecho, ha llegado a plantear que se habilitara una especie de lanzadera para que sus vecinos pudieran viajar a través de Mogarraz dado que la línea actual no cumple la expectativas de sus vecinos, que en muchos casos son personas mayores que dependen de otros para viajar, generalmente, por cuestiones médicas.
Su queja se viene escuchando desde 2018 en otras zonas de la provincia, donde el grupo Monbus llegó para cambiar los hábitos de viaje a Madrid con un drástico recorte de expediciones. Así pasó en los viajes a Madrid desde Linares, Guijuelo o Béjar, cuyos usuarios siguen padeciendo también retrasos o se quedan en tierra por no poder reservar por internet ya que la empresa no ofrece más plazas pese a que debería ser su obligación. La empresa traspasó esta línea a otra compañía, Jiménez Dorado, que sigue provocando problemas y quejas constante por parte de los usuarios. Los viajeros de la capital sufren ya el problema con el cambio de concesionaria a Madrid y el pasado mes de septiembre, por ejemplo, se ponía de manifiesto la retirada de la parada de Las Rozas, donde la empresa dejó «tirada» a una usuaria salmantina.
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