De ruta por el manto floral de los Almendros en La Fregeneda

Bastones de senderismo en mano, bien abrigados y equipados, y algunos en compañía de sus perros, los participantes han salido del pueblo guiados por un vehículo, y al amparo de un segundo turismo que cerraba la excursión. Los parajes con hectáreas de mantos en tonalidades rosa palo y blanco enseguida se han descubierto ante los ojos de los caminantes en una marcha de 9,44 kilómetros hasta Vega Terrón, de dificultad baja y media.

La mayoría no son nuevos en esta marcha, e incluso hay quienes, aseguró el alcalde Manuel Alonso, “vienen desde Cáceres o Zamora”. La belleza de los almendros florecidos cautiva incluso a hijos del pueblo que viven en Madrid y acuden a la llamada de la primavera incipiente. “A apenas un kilómetro ya se ve el manto de los almendros, y la llegada, cuando se empiezan a ver Las Arribes del Duero, son los dos momentos más especiales de la ruta”, indicó el primer edil.

Además de los vehículos asegurando la marcha, este evento ha contado con el apoyo de guías locales. Personas de todas las edades participan cada año en esta ruta con un final apoteósico: una espléndida comida entre compañeros, amigos y familiares en la propia Plaza de España, a la cual han regresado los caminantes en autobús.

Entre otros atractivos, los asistentes han podido visitar, a la finalización de la marcha, la maqueta de la vía férrea en el interior de la iglesia de San Marcos Evangelista, y otros lugares de interés como la Peña Redonda o el Mirador del Tumbo de la Caldera. El desnivel de subida de esta marcha es de 36,18 metros,y el de bajada de 381,30 metros, con una duración estimada de dos horas y media.

Aunque las recientes nevadas y advertencias de cambio de tiempo han frenado a algunos interesados en la ruta, la asistencia ha sido más que satisfactoria, y durante toda la jornada vecinos de la zona y de otras localidades, así como otras regiones, han llegado de ambiente jovial el entorno de La Fregeneda.

El buen humor, el compañerismo y la paz que les brindaba la flora de La Fregeneda, además de la característica gastronomía, han contribuido al desarrollo de una edición más de esta marcha que precede a otro homenaje a los almendros el próximo fin de semana en el pueblo, uno centrado en el fruto.