Con la tierra al lado y sin poder atenderla. La impotencia de los agricultores salmantinos de ‘la Raya’
Cruzar la frontera por Fuentes de Oñoro le supone a agricultores y ganaderos de La Bouza que tienen explotaciones en Portugal dar un rodeo de 65 kilómetros
Sábado, 9 de mayo 2020, 14:03
La crisis sanitaria del coronavirus y con ella el cierre de los pasos fronterizos entre España y Portugal a lo largo de más de cien kilómetros de frontera común ha cogido a trasmano a gran parte de los vecinos de los pueblos de La Raya de Salamanca que están acostumbrados a transitar en sus quehaceres diarios de un lado a otro sin dar importancia a en cuál de las partes se desarrolla su labor.
Este es el caso de Juan Ricardo Reyes, un joven agricultor y ganadero de la pequeña localidad de La Bouza, que está viendo estos días como “una buena cosecha de avena se va a echar a perder en poco tiempo por no poderla atender a pesar de estar ahí al lado”.
Al igual que Juan Ricardo Reyes, son muchos los ganaderos y agricultores que siendo salmantinos y teniendo buena parte de sus explotaciones en Salamanca, alquilan o incluso compran tierras en la vecina Portugal “porque desde la última casa del pueblo hasta los campos, ya del otro lado, no habrá ni cinco kilómetros”, asegura este profesional del campo.
Desde siempre, incluso en épocas pasadas en las que La Raya era más frontera de lo que es desde que los dos países se integraron en la Unión Europea, los rayanos salmantinos, tanto españoles como portugueses, han convivido, trabajado y negociado “sin distingos, porque el campo es igual aquí que allí, y lo que era bueno para unos también lo era para los otros”, aseguran los vecinos de La Bouza.
Desde que se decretó el cierre de la frontera y con ella el bloqueo del paso entre La Bouza y Escarigo, Juan Ricardo Reyes no ha podido pasar “ni siquiera a ver cómo están las cerca de ocho hectáreas que tenemos plantadas con avena, una cosecha que a este paso ya damos por perdida”, asegurando que “estas pérdidas creemos que serían fácilmente evitables si nos dejaran ir normalmente a trabajar, algo imposible teniendo solo el paso de Fuentes de Oñoro abierto”.
“Tampoco podemos vender la leche en Portugal como hacíamos antes”, denuncia el ganadero Juan Ricardo Reyes
Para poder pasar a Portugal, los vecinos de La Bouza tendrían que dar un rodeo de 65 kilómetros en lugar de los poco menos de cinco que supondría el tránsito por el paso fronterizo del pueblo ahora cerrado.
“Este cierre de frontera, que ni siquiera sabemos para cuanto tiempo va a ir, porque ya están hablando de que no se van a abrir la próxima semana, nos está provocando también pérdidas con el ganado”, señala Juan Ricardo Reyes.
A un kilómetro de La Bouza, en la carretera de Fuentes de Oñoro, el joven ganadero tiene una explotación de ovejas que “las tenemos principalmente por la leche, y cuando se cerró la frontera nos quedamos sin comprador, porque siempre la hemos vendido a Portugal que allí al menos nos pagaban algo más”.
Ante el peligro de que la leche se echara a perder, “no nos quedó más remedio que negociar con compradores de Hinojosa de Duero, a los que estamos agradecidos porque echan un viaje —cerca de 140 kilómetros, ida y vuelta— para recogerla”, afirma Juan Ricardo Reyes, aunque señala que “el precio al que vendemos ahora la leche es bastante menor del que lo hacíamos a los compradores portugueses”.