Comida de hermandad en Pajares de la Laguna

El intenso calor de la jornada festiva no amilanó a los vecinos del municipio armuñés de Pajares de la Laguna, que disfrutaron del último día de las propuestas festivas estivales de este año.

Ayer, a partir de las diez de la mañana, se llevó a cabo el reparto del chocolate recién preparado, que sirvió de broche final a la noche de fiesta para algunos trasnochadores y de desayuno para otros muchos que habían comenzado ya la jornada.

La mañana continuó avanzando con la celebración de la palabra en la parroquia a partir de las doce y media, seguida de los preparativos y el inicio del cocinado de la gran paella de hermandad, que sirvió para sacar a la calle a chicos y grandes, peñistas, familias y grupos de amigos.

El reparto del arroz se llevó a cabo en las inmediaciones del parque, de forma que la zona verde fue aprovechada por muchos grupos para llevar a cabo la instalación de las mesas y las zonas de sombra destinadas a albergar la hora de la comida de hermandad.

Cerca de cuatrocientas raciones de arroz recién preparado fueron las protagonistas indiscutibles de la hora de la comida.

Tras un breve parón, el pulso festivo se retomó con las atracciones infantiles entre las que destacaron los toboganes gigantes de agua, los más buscados por todos los niños durante la larga de tarde para disfrutar de un chapuzón con el que combatir los más de treinta grados que se mantuvieron casi todo el día.

A partir de las siete de la tarde, llegó el momento de los aficionados a la calva para disputar su torneo de las fiestas y mostrar su habilidad con uno de los deportes tradicionales más conocido

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