Ciudad Rodrigo enciende el fuego de la conjura medieval

Un sol espléndido y un calor veraniego acompañaron la inauguración de la VIII Feria Medieval 'La Conjura de Ciudad Rodrigo', que como de costumbre, contuvo su atmósfera del medievo entre la Plaza Mayor y la plaza del Castillo, contando con la plaza de Dámaso Ledesma, desde la cual se pudieron contemplar telares antiguos y el hermoso proceso, laborioso y artesanal, a través de cuatro tipo de telares, entre ellos, uno vikingo y el denominado «de cartas», más laborioso y útil para confeccionar cinturones y ribetes.

La música comenzó a cautivar al público a partir de las 19:00 horas en la Plaza Mayor, con sonidos celtas y enérgicas danzas cargadas de buenas vibraciones. Los puestos salpicaron el mercado desde las 18:00 horas, con gran presencia de temática esotérica, pero también de artesanía de todo tipo, desde textil hasta bisutería, así como productos alimenticios y bebidas.

El tíovivo a manivela se convirtió en epicentro una vez más de la plaza del Castillo, donde también se ubica la exhibición de cetrería que siempre causa sensación con sus aves rapaces y cuervos. Los jardines del Parador acogieron la actuación inaugural entre los frondosos arbustos con el Puente Mayor en el horizonte, mostrando curiosos instrumentos de la época que guiaban los voces de los integrantes de Alcandora, todos ellos perfectamente ataviados para la ocasión.

Los photocall, un cepo de castigo y el tradicional mapa antiguo en el que los visitantes deben señalar con un alfiler su lugar de procedencia, así como el alquiler de disfraces, son algunos de los muchos atractivos que animan un intenso fin de semana.

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