Ciudad Rodrigo despide la VIII Feria Medieval con el poderío de los caballeros

El casco histórico de Miróbriga fue testigo del apoteósico cierre del que siempre hace gala la Feria Medieval, al menos cuando el tiempo se lo permite, como fue el caso durante la jornada del domingo, completando un intenso fin de semana con un clima de lo más propicio. Los trajes medievales salieron por tercer día consecutivo a las calles, y la animación de música celta, malabares y otras actuaciones itineraron entre la Plaza Mayor y la plaza del Castillo.

Los arqueros, la cetrería, las actividades infantiles y la magia animaron la mañana junto al activo mercado y los variados puestos que embriagan la ciudad de aromas de toda clase. Durante la tarde tuvo lugar el momento más esperado de la mano del V Torneo de Caballeros de la Ciudad Dorada. Las familias Garci-López y Pacheco, respectivamente, partieron en su tradicional desfile de la plaza del Castillo hasta los Jardines de Bolonia, encabezadas por los dos estandartes que muestran ambos escudos, y los caballeros, protagonistas de la jornada y de la propia feria.

Los malabares con cariocas y la música guiaron el concurrido desfile hasta las gradas en las que el público aguardaba, y en las que agitan, animadamente, los colores de una u otra familia: negro y amarillo, o bien burdeos y amarillo, durante una emocionante competición que recuerda a las justas, y en la que los caballeros, alternativamente, deben afrontar pruebas a lomos de sus imponentes compañeros equinos, como golpear con su lanza, y al trote, un escudo. Con el fervor del torneo y los vítores de entusiasmo, bailes y jovialidad de los integrantes de la asociación Rodericus, la feria se despidió entre el polvo que levantaban los cascos de los caballos, y los últimos desfiles por el centro.

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