Centenaria en Pedrosillo de Alba: «La vida de antes era mucho mejor»

«La vida de antes era mucho mejor aunque teníamos menos lujos y entretenimiento. Era todo más sencillo y, en casa, nunca faltaban las risas y la compañía», asegura Matilde Miñambres. La nueva centenaria de la provincia continúa viviendo sola en la casa del pueblo aunque, desde hace un par de años, cuenta con la ayuda diaria de sus hijos para que todo esté bien.

Al preguntar a la cumpleañera por la familia, confiesa que para ella sus hijos, nietos y bisnietos «lo son todo». «A esta edad son quienes me aportan toda la felicidad», añade. Matilde Miñambres tiene nada más y nada menos que 9 nietos y 12 bisnietos. La vecina de Pedrosillo de Alba tuvo la suerte de poder acudir a la escuela, cuando todavía los niños y las niñas estudiaban separados en diferentes aulas. «No nos enseñaban prácticamente nada, pero aprendí en casa a leer, escribir y hacer operaciones básicas para poder llevar mis cuentas», afirma.

Recuerda todo de su vida, se casó muy joven con Andrés Bonilla, el cerrajero del pueblo y tuvieron 8 hijos. Pero, sin duda, algunos de los momentos más difíciles han sido la muerte de su marido hace más de medio siglo o ver morir a su primera hija a los tres días de nacer. Según apunta Marina, una de sus nietas, mi abuela cuenta que «la bebé le regaló una sonrisa antes de marchar».

Ahora, el tiempo libre lo pasa viendo la televisión, paseando o tomando el sol en su patio. «Me gusta mucho el programa de Pasapalabra», asegura.

Ya en cuenta atrás para los 101 años, Matilde tampoco oculta su satisfacción por haber podido celebrar este cumpleaños tan especial rodeada de todos sus seres queridos aunque «no soy más que nadie y estoy aquí porque Dios quiere que así sea», apunta.