Cantera de cofrades en Alba

La fiesta anual de la cofradía del Niño Jesús de Praga logó a llenar la iglesia basílica de la Anunciación en Alba de Tormes en una jornada en la que la agrupación religiosa logró superar los quinientos cofrades, así como agotar la primera tanda de 250 medallas que se pusieron a disposición de los integrantes de la misma.

La jornada concentró por la mañana las citas con una eucaristía que fue seguida de procesión por las calles de la villa ducal con la imagen del Niño Jesús de Praga en las andas que portaron los propios niños cofrades. Unas andas que estuvieron decoradas con globos blancos y marrones, los colores del Carmelo, puesto que la devoción del Niño Jesús de Praga es la segunda más conocida de las promovidas por los Padres Carmelitas tras la Virgen del Carmen.

De regreso al templo se desarrolló la entrega de obsequios a los cofrades que en esta ocasión incluyeron los tradicionales cuatrocientos bollos dulces y naranjas, junto con otros detalles para los infantes, como pinturas y pequeños cuentos.

Cabe recordar que esta cofradía data de 1909, pero había dejado de funcionar en 1969. En 2017 se restauró y desde entonces no ha dejado de crecer, puesto que los niños que actualmente se han incorporado son nietos y bisnietos de los cofrades del siglo XX. Saúl Alonso, de tan solo 4 meses, fue el integrante de la cofradía más joven de la jornada.

Este año, además, en la fiesta se pudo ver el altar del siglo XVIII, de madera tallada y policromada, que se ha restaurado por parte de la cofradía. La espectacular pieza, que se calcula que data de 1710, permanecerá en la capilla de San José de la iglesia basílica de la Anunciación de Alba de Tormes.

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