Así es el mirador de buitres de Lagunilla, donde los podrás ver a escasos metros

Sabedores del cada vez mayor ‘tirón’ que tiene el turismo ornitológico, el Ayuntamiento de Lagunilla estrenó el pasado verano un refugio desde el que poder disfrutar (previa reserva) de la belleza de estos grandes carroñeros.

“Es un proyecto para disfrutar de la naturaleza salvaje porque pueden llegar a juntarse hasta 200 buitres, de los que el 70% suelen ser leonados y el resto negros, que son los más difíciles de ver”, explica el alcalde José María Garrido.

Aprovechando la riqueza natural del entorno, la localidad ha puesto en marcha este “hide” (esconder, en inglés) desde el que poder observar a estos animales comiendo los despojos que se les echa el día anterior, o incluso bañándose en el abrevadero que se ha construido aprovechando el agua que baja de una colada. “Los llegas a tener a dos metros de distancia, aunque antes hay que tener un poco de paciencia”, advierte el regidor porque para disfrutar de un espectáculo así a veces toca esperar hasta dos y tres horas. “Los primeros en bajar a comer son los cuervos, mientras ves hasta a cien buitres volando en círculo sobre la comida. También aparecen otras aves, como las águilas o los milanos reales, a por su ración de comida hasta que llega el primer buitre y es en ese momento cuando empiezan a bajar todos los demás”.

Paciencia y mucho silencio son imprescindibles para disfrutar de una imagen irrepetible, especialmente para los aficionados a la fotografía de aves y, también, para las familias con niños.

No contentos con este primer observatorio, del Ayuntamiento prepara un segundo para disfrutar en la sierra en Lagunilla del avistamiento de corzos, ciervos y otros animales salvajes.