Arte y plata en los relicarios teresianos de Alba de Tormes

Entre los preparativos que se están llevando a cabo en la Basílica de la Anunciación de Alba de Tormes para la cercana veneración del cuerpo de Santa Teresa de Jesús está el acondicionamiento de diversos espacios que albergan las reliquias mayores de la Santa.

Se trata de los espacios ideados ya a principios del siglo XVII en la parte baja del retablo mayor, a derecha e izquierda del sepulcro. Estas piezas, renovadas por las restauradoras Carmen Fernández y Carmen Diego, forman parte de un trabajo más amplio y completo que se está realizando en el recinto.

En este momento la restauración ha llegado a las dos rejas de plata que custodian los lugares en los que se ubicaban estas dos reliquias mayores de Santa Teresa.

Diseñada no solo para proteger sino también para ensalzar visual y espiritualmente el relicario, esta reja tiene la importante función de custodiar el relicario del corazón de Santa Teresa de Jesús. Su estética responde a una tradición en la que lo sagrado se exalta mediante la riqueza ornamental y la nobleza de los materiales.

Está realizada en plata, se distingue por su elaborada ornamentación y meticuloso trabajo de orfebrería. Está compuesta por nueve barrotes verticales de sección hexagonal cada uno decorado con motivos florales, roleos y elementos vegetales en relieve y pequeñas cabezas de angelitos.

La decoración presenta, de modo repujado, la escena de la transverberación del corazón de Santa Teresa de Jesús, el propio corazón con el ángel de la transverberación, el busto de San Juan de la Cruz y la imagen de la Virgen del Carmen.

Esta reja presenta un diseño mucho más austero y funcional. Compuesta por cinco barrotes torneados con anillos decorativos simétricos, encaja dentro de un marco rectangular liso. Se integra una cerradura metálica empotrada en el lateral derecho, algo que indica su uso como elemento de resguardo directo.

Esta reja ha cumplido la función de abrir y cerrar el espacio destinado a comulgatorio de las madres carmelitas descalzas del monasterio albense, de ahí su traza con idea de funcionalidad. Tiene además la función de custodiar el relicario del brazo de Santa Teresa de Jesús. Su sobriedad y depuración formal enfatizan el carácter devocional sin recurrir a una ornamentación excesiva.

Ambas rejas, aunque muy distintas en su concepción estética, responden a una misma finalidad: proteger y dignificar las reliquias mayores de Santa Teresa de Jesús, de gran valor espiritual.

La puerta destinada a cerrar la hornacina dónde se venera el corazón de Santa Teresa de Jesús es una pieza artística ricamente ornamentada con motivos simétricos florales a modo de guirnalda y con cuatro cabezas aladas de ángeles en sus cuatro extremos, toda ella enriquecida con pan de oro de primera calidad. La decoración está dispuesta para enmarcar el relieve del sol, que simboliza al Padre Universal, símbolo de la inmortalidad, pues renace cada mañana tras la oscuridad nocturna.

Cristal de roca

El relicario que conserva el brazo izquierdo de Santa Teresa de Jesús, una de las reliquias más respetadas y veneradas, ha recuperado su brillo original tras una profunda limpieza y reajuste de todos sus elementos. Este trabajo ha sido realizado el padre Ricardo Plaza, carmelita descalzo y experto en conservación artística, en el convento de los Padres Carmelitas Descalzos de Toledo. En este sentido, con unas dimensiones de 63 x 33 x 15 cm, la pieza está elaborada en plata y cristal de roca tallado los expertos en la materia suponen que la pieza pudo ser elaborada en un taller de la Corte o próximo a ella, dado el parecido con el relicario del corazón. Es decir, se debió fabricar a mediados del siglo XVII.

Ubicación original

Las reliquias del corazón y el brazo de Santa Teresa de Jesús se colocarán en sus lugares originales dónde podrán venerarse desde el 11 de mayo, día en el que dará comienzo el tiempo de veneración del cuerpo de la Santa como conclusión del proyecto del reconocimiento canónico que se inició en agosto de 2024.

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