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Imagen de Argelina Sánchez acompañada por sus familiares, las concejalas del Ayuntamiento de Béjar junto con personal y religiosas de la residencia «Las Hermanitas». TEL
Argelina Sánchez cumple 100 años en su residencia de Béjar

Argelina Sánchez cumple 100 años en su residencia de Béjar

Ha recibido un homenaje por parte del Ayuntamiento, de sus familiares y el personal del centro.

TEL

Béjar

Sábado, 2 de marzo 2024, 10:27

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Fue en febrero cuando Béjar y su comarca sumaron tres centenarios más gracias a los cumpleaños de Modesto Blázquez, Carlos Nieto y María Lourdes Esteban. Ellos se unieron a la lista de la zona encabezada por María Rodríguez y sus 107 años.

Y marzo ha comenzado con otra centenaria en la ciudad gracias al cumpleaños de Argelina Sánchez, natural de Pelayos, que ha recibido un sencillo homenaje en la residencia de San José, conocida como «Las Hermanitas», donde reside desde hace cuatro años. Hasta allí se han desplazado familiares como María Sánchez, Gerardo García, Estrella Sánchez y Javier García con las concejalas de Asuntos Sociales y Cultura, Maite Crego y Purificación Pozo, respectivamente.

Es una asidua lectora de LA GACETA, periódico de referencia en su casa para leer la revista PRONTO los domingos, tal y como ha explicado ella misma. Nació el 1 de marzo de 1924 en Pelayos y su madrina eligió para ella el nombre de Argelina, por uno de los arcángeles. Se casó con José Orencio, que era caminero en Obras Públicas, y tuvo tres hijos. La mayor murió hace tres años y se llamaba Marieli. Después llegaron Gerardo, que es monje trapense y José María.

Trabajó en casa y en labores vinculadas al textil. Enviudó con 43 años y, en la actualidad, se encuentra bien de salud. Ha querido agradecer a la residencia, el Ayuntamiento y su familia ese homenaje para añadir, además, que el truco para cumplir 100 años está en «llevar una vida normal y corriente». Su hijo Gerardo ha destacado que lleva con rutina los horarios de las comidas, de dormir y de otros hábitos y ha agradecido también a las religiosas de esa residencia el trato que le dispensan.

Ha asegurado también que echa mucho de menos a su marido y a su casa en Salamanca y como consejo para los jóvenes les ha recomendado que «sean felices« y que lleven »una vida sana y tranquila» con su lema «cuando Dios quiera, como Dios quiera y lo que Dios quiera».

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