Un año y 600 visitas desde la apertura de la Casa Museo de Insectos en Puebla de Azaba

Ha pasado ya más de un año desde que Felipe Calvo Sánchez, presidente de la asociación de entomología «Valle de Azaba», abrió su propia Casa Museo de Insectos. La aventura continúa y a día de hoy ya acumula unas 600 visitas, 100 de ellas procedentes de Salamanca, y muchas de otras provincias y regiones: «Algunos han viajado expresamente para esto».

Todo comenzó a raíz de una afición de 33 años dedicado a los insectos. «Soy autodidacta», reconoce el impulsor de este curioso museo, un detalle que sin embargo no ha sido impedimento para la publicación de numerosos artículos, y es que es todo un experto en la materia. «He hecho mis pinitos en la entomología». Recuerda cómo, al ir con el cazamariposas, la gente le decía que si iba a pescar. «Ahora no hay peces, está el río seco», le solían decir en esta época.

Su primera exposición surgió allá por el 2000, en Puebla de Azaba, localidad que en el futuro albergaría el actual museo. También mostró su colección en Sancti Spíritus. La idea llegó sola: «A ver si compro una casa y monto un museo». Y así fue. De su propio bolsillo, e imbuido por su desmedida pasión, Felipe adquirió una vieja vivienda en el 2020 la y acondicionó poco a poco hasta convertirla en una muestra con 11.000 ejemplares de 2.000 especies diferentes: coleópteros —escarabajos—, lepidópteros —mariposas— , odonatos —libélulas— e himenópteros —abejas, avispas y hormigas, entre otros—.

«Desde el año pasado he añadido un expositor más, me las he ingeniado para colgarlo en el techo, donde habrá otras veinte cajas de mariposas exóticas», anuncia. «Siempre voy aportando cositas, y he añadido cinco insectarios con insectos vivos, como insectos palo e insectos hoja, para que los niños puedan verlos y cogerlos».

Además, Felipe recibe en su museo visitas de colegios. «De momento han venido dos». En grupos de 15 a 20 personas, guía a los curiosos por su particular museo. Hace dos meses que la Diputación aprobó la subvención de los autobuses para desplazar a los escolares hasta esta exposición. «El curso ya estaba muy avanzado, así que solamente han podido venir los de Fuenteguinaldo y Fuentes de Oñoro».

Para el 2025 están previstas más excursiones educativas, que además incluyen actividades de dibujo en un espacio dispuesto para este fin, redondeando una visita en la que el propio Felipe, con un horario de apertura fijado, aunque también abierto a recibir grupos bajo demanda, guía a los visitantes durante aproximadamente una hora, «aunque depende del interés de la gente, de lo que quieran saber, de lo que pregunten...», dice.

El museo de los insectos, con exóticos y ejemplares de la Península Ibérica, está ubicado en el centro de la población, además de indicado, gracias a la aportación del Ayuntamiento, al que el coleccionista solicitó estos indicadores.

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