La Alberca celebra su trago más dulce para disipar a la lluvia

Las nubes y la lluvia de la mañana de ayer lunes en La Alberca dejaron paso al cielo azul para que los vecinos del municipio pudieran disfrutar de su tradición más dulce: El día del trago. La Plaza Mayor de la localidad, con una menor afluencia de público debido al mal tiempo reinante durante la jornada, viajó atrás en el tiempo para esta peculiar fiesta que no tiene un origen definido. Para unos, se remonta al siglo XVI, en la provisión de la Duquesa de Alba por la victoria ante los portugueses. Para otros, hay quien señala que estaría en la cesión que La Alberca hacía de su agua a pueblos como Monforte y Sotoserrano.

Actualmente, los encargados de invitar a los presente a vino, bizcochos y obleas son los hombres de los matrimonios acontecidos durante el año en La Alberca, siendo en esta ocasión cuatro hombres los escancianos, como son llamados, «aunque eran 5 y uno de ellos no ha podido venir», explicaba el alcalde Miguel Ángel Luengo, al inicio de esta copiosa merienda popular.

No faltó, como mandan los cánones, la música de flauta y tamboril, con la presencia del Mariquelo, ni los bailes charros, con «Poldo», hombre muy querido en el pueblo, a la cabeza del grupo de baile.

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