PODCAST: HISTORIAS DE SALAMANCA
De las ocupaciones de fincas en Salamanca a los huertos familiares
Cada 18 de julio, el gobernador civil entregaba pequeñas parcelas a cientos de agricultores par que intentaran susbsistir y paliar el hambre durante el franquismo
Con la llegada de Franco al poder tras una fraticida guerra civil, se derogó inmediatamente la Reforma Agraria que se había puesto en marcha durante la Segunda República y que provocó la expropiación de fincas de grandes terratenientes para dárselas a jornaleros.
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Salamanca fue la única provincia de Castilla y León en la que se aplicó esta ley, que también afectó a provincias andaluzas y extremeñas, así como a Toledo, Ciudad Real y Murcia. Una normativa que causó violentos sucesos como los ocurridos en Mancera de Abajo, en el que tres personas murieron en una manifestación a favor de la Reforma Agraria.
Tras la guerra llegó el hambre. Y las autoridades franquistas importaron de Europa la idea de los huertos familiares, pequeñas parcelas que apenas servían para que los pobres vecinos de algunos pueblos tuvieran unas patatas, unos tomates y unas cebollas con las que llevar algo a la boca de sus familias.
Cada 18 de julio, el gobernador civil de la provincia visitaba los municipios donde cada año se entregaban esos huertos familiares que, evidentemente, no resolvían el problema del campo salmantino.