Salamanca, tierra de emigrantes
En los años veinte, LA GACETA publicaba numerosos anuncios de compañías navieras que transportaban emigrantes a América; y en los sesenta vendría el gran éxodo a Suiza, Francia y Alemania
Resulta sorprendente encontrar en las páginas de LA GACETA de los años veinte anuncios de numerosas compañías navieras que ponían a disposición de los emigrantes que querían probar fortuna al otro lado del Atlántico.
Pero así fue como la primera gran emigración se trasladó a Cuba y Argentina fundamentalmente, hasta el punto de que se montaron asociaciones como el Club Villarino en La Habana, que todavía hoy perdura.
Después, en los años sesenta se produjo otro gran éxodo de salmantinos que buscaban un futuro mejor. Esta vez fue hacia Francia, Alemania y Suiza, donde el emigrante buscaba un trabajo con el que incluso alimentar a los familiares que dejaba en el pueblo.
Ahora, después de la crisis del 2008, también se ha producido una fuga de talentos jóvenes a otras partes del mundo donde les ofrecen verdaderas expectativas económicas y de vida. El cuento de nunca acabar.