¡Vuelva usted mañana!
Si mis datos son ciertos, se cumplen estos días 190 años de la publicación del artículo de Mariano José de Larra con el título de “ ... vuelva usted mañana”. Recomiendo su lectura porque sigue de plena actualidad. Al paso que vamos, el juzgado de guardia y las urgencias de los hospitales van a ser los únicos servicios de la Administración en los que atiendan al sufrido ciudadano, a la vez que contribuyente. Y eso con algunos matices, porque en los hospitales cada vez toca esperar más, de acuerdo con las informaciones que se publicaron ayer, en las que se alertaba del colapso que existía en bastantes comunidades autónomas.
Hace unos cuantos meses cobró mucha fuerza un movimiento promovido por un médico de Valencia, en el que se criticaba a las entidades financieras por el maltrato que estaban dando a las personas mayores y a aquellos que no tenían conocimientos digitales. Resultó muy curioso que el promotor de este movimiento fuese recibido por las más altas instancias gubernamentales, encabezadas por Nadia Calviño, que tuvo la desfachatez de decir que tenían razón y no dudo en criticar a las entidades.
Por supuesto que “los protestantes” llevaban toda la razón del mundo, pero es que resulta que las administraciones actúan de la misma manera, o mucho peor todavía, maltratando a los ciudadanos un día sí y otro también.
Pongo dos ejemplos. Primero, invito al lector que tenga necesidad de realizar cualquier consulta relacionada con la Seguridad Social (Dios no lo quiera y le ampare) a que intente conseguir una cita presencial con un funcionario del departamento en cuestión, dirigido por un tal Escrivá, para que resuelvan sus dudas. Si se tramita tal petición a través de internet se encontrará con que no hay citas disponibles, por lo menos en las oficinas de Madrid, y si lo hace a través del teléfono, resulta tarea imposible. ¿Qué pasa, que desde la pandemia han dejado de trabajar los funcionarios que deberían dedicarse a estos menesteres, o es que no van, o que no trabajan, o que son claramente insuficientes.?
El ministro Escrivá debería dar una explicación. Segundo ejemplo: la tramitación de la prestación de desempleo, el paro y todo lo relacionado con el organismo que ahora se llama SEPE, se ha convertido en una odisea y es necesario estar atento a las 12 de la noche o a las siete de la mañana, que es cuando se abren las ventanillas, para conseguir la cita.
La verdad es que asistimos a una versión moderna, del Siglo XXI, del famoso “vuelva usted mañana” de Mariano José de Larra. Eso sí, mientras tanto, los ciudadanos estamos cada vez más rodeados y asediados en lo que se refiere a pagar impuestos, que, entre otras cosas, deberían servir para financiar unos servicios que, cuando los necesitamos, no llegamos a recibir. El Ministerio de Economía de Calviño se llama, además, de “transformación digital”. Está muy bien eso, pero mientras no se produzca esa transformación del todo, deberían atendernos a los ciudadanos en tiempo y forma.
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