Borrar

Compartir

Pasamos semanas y meses sin llevarnos a la pluma una de esas noticias de inversiones que levantan el ánimo a los salmantinos, y de repente llega un día como el de ayer miércoles y nos encontramos con dos buenas nuevas de golpe. Dios aprieta pero no ahoga, como dice el refrán.

La más sorprendente de las dos informaciones da cuenta de la decisión del Gobierno de la nación de destinar 2,5 millones de euros al Centro Internacional del Español, que había sido concebido, construido e inaugurado sin aportación alguna del Ejecutivo. Representa toda una sorpresa ver cómo se cumple lo que Pedro Sánchez prometió a Salamanca hace cinco meses. No estamos acostumbrados a que el inquilino de La Moncloa se acuerde de esta provincia a la hora de anunciar proyectos, y mucho menos a que esos anuncios se hagan realidad en un Consejo de Ministros, como por fortuna o por milagro ocurrió ayer.

Es verdad que se trata de fondos europeos y es cierto que la aportación resulta muy rácana si la comparamos con lo que el Gobierno sanchista ha destinado al Centro de Innovación de la Nueva Economía de la Lengua en La Rioja (21 millones) o incluso al Observatorio Global del Español en Madrid (4 millones), pero menos da una piedra.

En esta misma columna he criticado los injustificables olvidos de Sánchez respecto a las inversiones en Salamanca, desde la electrificación de la línea férrea a Fuentes de Oñoro, cuyas obras siguen a ritmo de tortuga, al enlace de Buenos Aires, cuyo proyecto sigue en redacción. Y me he quejado de los olvidos a la hora de repartir sedes de organismos nacionales que todavía estamos esperando. Pero también ‘de bien nacidos es ser agradecidos’ y cuando el presidente cumple, aunque sea a pocos días de una cita electoral, hay que mostrar la gratitud debida.

La otra noticia luminosa de la jornada se refiere a la aprobación inminente de 6,4 millones de euros para convertir el entorno de Siega Verde en un gran destino turístico. Se trata del proyecto turístico más ambicioso de cuantos se han anunciado en la provincia en los últimos años, por presupuesto y por una concepción moderna y muy tecnológica de la oferta del yacimiento paleolítico.

El plan conjunto responde a una apuesta de la Consejería de Cultura que preside el bejarano Gonzalo Santonja, aunque aquí también los dineros son europeos, de la misma bolsa de los fondos Next Generation. El sistema de reparto de los presupuestos es un tanto complicado: la UE concede el dinero al Gobierno central que lo reparte por autonomías, y luego son las regiones las que eligen a los ‘premiados’ entre los proyectos presentados por los ayuntamientos y diputaciones. En esta convocatoria para el periodo 2023-2026 a Castilla y León le han tocado 30 millones de euros para planes de desarrollo turístico sostenible (en la anterior convocatoria fueron 51 millones) y a la oferta se presentaron 55 propuestas, de las que solo 14 han entrado en el Plan Territorial. Entre esas 14 se encuentran los planes de Ciudad Rodrigo (1,8 millones) y Saelices el Chico (1,2 millones), a lo que hay que sumar uno de los dos proyectos propios de la Consejería incluidos en el Plan, en este caso 3,4 millones para el complejo de Siega Verde.

Con esto ocurre algo similar a la promesa cumplida por Sánchez. Aquí hemos censurado el olvido de Santonja con el Facyl o los festivales del Siglo de Oro y de Ajedrez, pero la apuesta por Siega Verde es de las que cambian el color de una gestión.

Ahora solo falta que el yacimiento Patrimonio de la Humanidad funcione de verdad como el gran atractivo de visitantes que debería ser desde hace años.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios