Rivera descubre “lo rural”
Hace tres años, cuando estábamos ya a las puertas de las últimas elecciones generales comenzaba a hablarse, aunque tímidamente, de despoblamiento. Desde entonces el asunto ... ha ido a más y este problema se ha instalado de lleno en el debate público. Ahora solo falta pasar de las palabras a la acción, pero sin trampas como las de Pedro Sánchez. Y la actividad agraria es clave para evitar que la despoblación y el abandono de pueblos y zonas rurales vaya a más. Hace ya unos cuantos años tuve que explicar a un ejecutivo agresivo del mundo de los medios de comunicación lo que era el campo y lo rural. La pregunta que desencadenó todo fue la siguiente: “pero, ¿a quién puede interesar el precio de la cebada? Entiendo que haya personas preocupadas por la cotización de las acciones de Telefónica, pero lo de la cebada no lo comprendo” me dijo. Mi respuesta fue más o menos la siguiente: “pues mira, el que los agricultores y ganaderos inviertan sus ahorrillos en acciones de Telefónica, cosa que muchos de ellos también hacen, depende justamente del precio de la cebada, así que son más completos que tú. Además, el mundo no se acaba en la calle Serrano o en Las Rozas (donde él vivía entones) sino que continúa. A ver si sales ya de tu burbuja y te das una vuelta por el campo”. Se quedó cavilando, pero creo que sin convencerse. No sé si lo habrá entendido ahora, como Rivera.
Y es que los de Ciudadanos parecen haberlo entendido, tarde, pero lo han hecho. Rivera y sus chicos y chicas han descubierto que, cuando se acaban las ciudades, el mundo continúa y existe el campo y el medio rural. Han pasado de proponer en algunas de sus últimas campañas para las elecciones generales la eliminación de las diputaciones provinciales, lo que demostraba un gran desconocimiento de la “ruralidad”, a buscar candidatos vinculados con el sector agrario y el medio rural y a plantear medidas para luchar contra la despoblación. Hay una razón poderosa para este descubrimiento: en las provincias menos habitadas se juegan un buen puñado de diputados en las próximas elecciones. Pero bienvenida sea la nueva situación y habrá que felicitarse porque un partido político de corte netamente urbano haya pasado a ocuparse de esa “ruralidad” a la que había dado la espalda hasta ahora. Dicho lo anterior, conviene dejar claro que es necesario pasar de las palabras a las obras, por lo que el Gobierno que salga de las próximas elecciones no tendrá más remedio que coger el toro por los cuernos y promover, junto al resto de los grupos políticos, un Pacto de Estado para frenar la despoblación. A buen seguro es lo que se va a pedir en la manifestación de este domingo en Madrid.
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