Nuestro fatídico trío Calaveras
Sábado, 8 de agosto 2020, 05:00
Aquel famoso trío mejicano de calaveras - es decir, mujeriegos -, cantaban en falsete “La cama de piedra” (el día que a mi me maten/ que sea ... de cinco balazos...). El trío funesto que forman hoy el Presidente del gobierno, su jefe de gabinete Iván Redondo, y su epidemiólogo de cabecera, Fernando Simón, están llevando a España al desastre, y a una nutrida quinta de ancianos y otros españolitos a morir, ocultando su número y sus calaveras.
Iván no es como el héroe de la gran novela de Walter Scott, “Ivanhoe”. A pesar de su constante sonrisa de auto-satisfacción por lo que ha perpetrado – llevar a Sánchez al poder y mantenerlo sin escrúpulos-, recuerda al primer zar ruso, Iván “el Terrible”. Vendió a los electores ese crecepelo mas falso que Judas, llamado Pedro Sánchez. Hay que reconocerle destreza, semejante a la de los charlatanes de la postguerra, que montaban su tabladillo en la Plaza del Mercado, y concitaban a catetos recién bajados de los coches de línea, vendiéndoles a precio módico cuchillas de afeitar, plumas estilográficas e incluso medallas de la Virgen.. Su verborrea era proverbial. Yo los escuchaba atónito desde el balcón de la casa paterna. Otros chiquillos curiosos, arrimándose excesivamente (de ahí el conocido “aparta niño, que me tiras la maleta” de Manolo Morán en no se que película). Mi preferido era Palao, que extraía de sus maletones de cartón los falsos crecepelos. Entretanto, en el Teso de la Feria algún tratante avispado estaría intentando colocar una burra vieja y enferma. Palao lograba hábilmente vender el frasco a los incautos Era nuestra versión castiza de los americanos que veíamos subidos a un carretón en las películas del Oeste, vendiendo el mismo potingue... hasta que llegaron los implantes capilares.
No puedo evitarlo. Este Iván me recuerda aquellos espabilados charlatanes, capaces de vender como de acero unas cucharas de peltre. Nació el año del golpe del 23F (1981), y se dedicó la asesoría de imagen. Tuvo éxitos conocidos, como la Presidencia extremeña de Monago, o la alcaldía de Badalona de Albiol (ambos PP). Como él mismo presume de no tener ideología, sino ideas, se pasó a gurú del Sánchez tirado por la ventana por los socialdemócratas hoy calladitos. Intuyó que a aquel “guaperas” carente de escrúpulos, y dispuesto a toda clase de villanías con tal de llegar al poder, podría encumbrarlo. Cera virgen para un profesional de venta de crecepelos sin remilgos. Hay que reconocerle el éxito profesional de llevar a la Moncloa a un granuja, campeón de la impostura, y con esa desvergüenza de las que el asesorado hace gala diariamente sin inmutarse. Pero eso a un vendedor de políticos no le preocupa lo mas mínimo, le satisface. Ha logrado endosarnos a un bribón nada menos que como Presidente del gobierno, situarse en medio de la pomada, y seguir susurrando en la oreja izquierda del trilero, como tiene que entrar triunfante (tras su fracaso europeo) entre ministros vergonzantemente palmeros, o llenar la bancada socialista – ciscándose en lo convenido con los demás grupos parlamentarios -, para ser ovacionado en las Cortes. Y, ¡hala!, el “éxito¨ abriendo el telediario de su esbirra María Rosa Mateos, y en primera página de todos los medios apesebrados.
El descaro de Simón “el enterrador” raya en el delito, porque mentir y falsear datos, según el Fiscal Gordillo, lo sigue siendo. No tuvo bastante con pasar sin despeinarse de las mascarillas “contraproducentes” a las “imprescindibles”. Hoy contradice alevosamente lo que ha dicho con enorme crudeza y acierto la Consejera Vasca, que ya estamos en la segunda ola. Por tanto, alguno de los jóvenes suicidas que esta noche se juntarán para beber en cualquier rincón de Salamanca, sin las precauciones elementales, va a morir. Si, ¡a morir!. Pero antes habrá podido contagiar a los “abuelos, padres y demás familia”, que reseñe su esquela, que podrán reunirse enseguida con él. Así de áspero e inhumano.
Dirige el trío, lleva la voz cantante, el traidor a sus correligionarios y a España, capaz de vender a su madre con tal de seguir en Moncloa. Uno barrunta que tiene sueños húmedos, como ser el primer Presidente de la IIIª República. Es decir, que puede estar escenificando un paripé con Iglesias, como sospechaba ayer agudamente César Lumbreras en estas páginas. La víbora podemita haría el papel del malo, y Sánchez el de aparente defensor de la Transición y la Carta Magna - incluida la Corona -, para ir metiéndonos poco a poco la estocada. Quiero estar equivocado.
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