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Ante la admiración de los mayores y el acompañamiento de un grupo de 200 chavales, la noche del 9 de octubre de 1900, el Phaeton alumbrado por dos faroles de acetileno, propiedad del conde de Cabrillas, don Luis María de Carvajal y Melgarejo, que en su periplo por la provincia regresaba de la finca de Garcigande, entró por la Puerta de Zamora, siguió por la Plaza Mayor hasta la calle de la Rúa. Se trataba del primer vehículo Phaeton que llegó a España, fabricado por la casa Peugeot en 1898, de color verde foncé, motor bicilíndrico horizontal de 10 HP de potencia y que, donado por el conde en setiembre de 1903 al Ejército, hoy figura como “Primer automóvil del ejército español” en el Museo de la Academia de Ingenieros del Ejército, en Hoyo de Manzanares.

En aquellos días el ingeniero don Carlos Luna Beobide, introductor de la luz eléctrica en Salamanca y aficionado a las máquinas y a los artilugios, se encuentra en París para adquirir un vehículo de la casa Mors Automobile, de 12 HP, que se anuncia como exento de “pannes” (averías). La veracidad del anuncio quiebra pues de regreso a España hace escala varios días en Hendaya para reparar los desperfectos del vehículo. Llega a Salamanca el 16 de octubre de 1900 y los “charros” comentan que el artilugio lleva los caballos dentro. Con fecha 17 de octubre presenta instancia pidiendo permiso para circulación de su vehículo. Ignoramos el motivo de la tardanza pero el Acta de reconocimiento no se firma hasta el 23/02/1901 por parte del ingeniero jefe don José Sánchez y se le asigna la matrícula SA-2.

Siguen las averías y los arrieros y trajinantes tienen que echarle una mano bastante a menudo. Conduce el coche también su hija, con sólo 16 años, la niña consentida, Inés Luna Terrero, conocida como “Bebé”, pues no se exigía licencia para conducir. Es en ese año 1900, el 17/09, cuando se obliga a la matriculación de vehículos y en Asturias venía circulando ya desde 1891 un Panherd Levassor importado de Francia.

Viajando a su casa-palacio en la finca “El Cuartón”, de Traguntía, al lado de Vitigudino, junto al comerciante de muebles en la calle de san Pablo, Luis González de la Huebra, casa todavía regida por sus descendientes, que le estaba decorando todo el palacio, les sorprendió el 03/02/1902 una tremenda nevada al tener un fallo mecánico, que les obligó a guarecerse al amparo de una encina durante dos días, sin poder pedir auxilio.

La matrícula SA-3 corresponde a otro coche Mors de 15 HP, también de Carlos Luna, el 12/04/1904 y matricula otro, el SA-20, el 19/01/1909. Poseyó más vehículos: el SA-123; un Peugeot descapotable matrícula M-2218; otro matrícula M-17319; otro Peugeot matrícula BA-733; un Packard y un Amílcar de 1927.

José Luis Gordillo, alto funcionario técnico del Ministerio de Fomento, al servicio de la Hacienda Púbica en Salamanca, adquiere en París un vehículo Tonneau Bayart, de 8 HP, con el que llega destinado a Salamanca, pasando por Santa Marta, en octubre de 1900 y es matriculado el 07/12/1900, asignándole la SA-1. El 15/04/1904 matricula otro automóvil, un Cotterson, 12 HP, al que se le asigna la SA-5. Era José Luis muy hábil para todo lo mecánico, capaz de arreglar los radios de una bicicleta con las varillas de un paraguas o inventando cualquier aparato de utilidad para los deportistas. Al igual que el coche de Carlos Luna, eran continuas las averías y los chavales le ayudaban empujando el vehículo calle de san Pablo arriba. Se dedicó con intensidad al motociclismo matriculando la primera moto en Salamanca, una marca Adler, que vendió y llegando de tercera mano a don Federico Bonnin, al tener un accidente y resultar herido en una pierna no la volvió a utilizar. Fue también entusiasta del ciclismo.

Como se ve la pareja Luna-Gordillo rivalizan en adquisiciones y acaparan las 5 primeras matrículas salmantinas, intercalándose el Renault, 8 HP de Antonio Alfonso López de las Mozas el 17/04/1904, matrícula SA-4.

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