¿Hay política exterior?
COMIENZO con una pregunta: ¿tiene España política exterior? La respuesta es que nuestro país practica solo la política exterior que interesa al presidente del Gobierno ... actual, Pedro Sánchez, y encima sale mal. Primero, un poco de historia. Durante la época de la UCD, bastante tenía el Gobierno con organizar la política interior, aunque Suárez y Calvo Sotelo hicieron lo que pudieron, que, en el caso del primero, fue bastante, en lo que respecta a lo exterior. Con la llegada del PSOE al poder en 1982, España comenzó a contar, y mucho, en el panorama internacional: la entrada de nuestro país en la entonces CEE; la incorporación al eje París-Berlín, que, en bastantes momentos, se amplió a Madrid; lo de la OTAN; las relaciones con Estados Unidos... Con el PP de Aznar se produjeron cambios en la orientación de nuestra acción exterior y pasamos de centrarnos en lo europeo a una posición más atlantista, formando parte del eje Washington-Londres- Madrid. Se puede estar de acuerdo con lo que hicieron Felipe González y Aznar, o no, pero la realidad es con ellos España pintaba en el mundo.
Con Zapatero, incluso antes de su entrada en La Moncloa (conviene recordar su falta de respeto quedándose sentado al paso de la bandera de Estados Unidos en un desfile) y ya siendo presidente con la retirada sin previo aviso de las tropas españolas de Irak, comenzamos a perder peso e influencia en el mundo a pasos agigantados, a pesar de aquel engendro de “La Alianza de Civilizaciones”. También recuerdo a Zapatero mendigando un encuentro con el presidente de turno en Estados Unidos. Para Rajoy eso de la política exterior y las relaciones internacionales no era de su agrado y prestó al asunto la atención justa.
Y, por fin, llegamos a Pedro Sánchez. Aunque sea difícil de creer, es un apasionado de las relaciones exteriores. En España ya solo puede ser Jefe del Estado, cosa que por el momento no parece factible, y permanecer más tiempo en La Moncloa para cultivar sus contactos en el exterior y hacerse con un nombre de cara a situarse en el futuro en un cargo de relumbrón a nivel mundial. Pero las cosas no están saliendo como sería de su gusto y agrado. En los últimos días ha protagonizado el sainete ya conocido con Biden y algún otro en su último viaje en Argentina que ha pasado más desapercibido. El miércoles se vio con Úrsula von der Leyen, para presentar lo del Plan de Recuperación. Pero, de eso y de la llegada del dinero a España con condiciones, por supuesto habrá mucho que hablar en el futuro. De momento, la respuesta a la pregunta inicial es: tenemos la política exterior que quiere Sánchez, no la que necesita España, y además le sale mal.
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