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AL LORO

La pájara

Ya no valen pulseras «free Bego» y dar saltitos. Preocupa lo de Ábalos y lo de Page, pero mucho más lo de ella

Sábado, 17 de mayo 2025, 06:00

De todo lo que tiene, que es mucho, el gran problema de Pedro Sánchez es Begoña. Y con lo de ayer de la Audiencia, más. A ella no la puede echar. Por ella escribió la carta y por lo de ella se tomó los días de reflexión. Y lo de ella le trae de cabeza desde hace algo más de un año y cada vez es más lo de él. Y ya no basta con repartir pulseras de «free Bego» y dar saltitos. A ella no la puede enviar al Grupo Mixto, como hizo con Ábalos. Ni echarla de un Ministerio inventándose una remodelación. Si se hunde ella, se hunde él. Y a eso se une lo de los wassaps.

De momento, primera ronda de mensajes entre Ábalos y Sánchez. Y el presidente, muy tocado. Ábalos le quitó la careta, pero con cariño. Son mensajes cuidados, con distancia al jefe, para nada de «uña y carne». No se hablan como colegas de ese Peugeot en el que de cuatro casi sólo queda uno. El que manda. Es lo que se lee en primera ronda. Que Ábalos hacía lo que Sánchez le decía. Es lo que Ábalos quería que supiéramos.

La primera ronda deja a Ábalos en lo más alto. Nadie del PSOE habla mal de él. Se vio con Óscar López y lo de los paradores. El que se mueva, puede salir. Y Ábalos ya no tiene nada que perder y guardaba todo. Por si acaso. Como si el que no pudiera dormir tranquilo con Pedro Sánchez fuera él. Y eso que eran amigos.

De esta primera ronda queda muy tocada Margarita Robles. Le va a costar mucho quitarse lo de «pájara». Y también que dijera algo así como que no le importa porque eran otros tiempos. Pero se es «pájara» o no se es. Y Ábalos filtró ese mensaje y no el de otros ministros. Y a lo mejor es para que se vaya. Le va a costar mucho a Margarita hacernos entender el motivo por el que aún sigue ahí.

Page lo tiene más fácil. Lo que confirma el mensaje de Sánchez pidiéndole a Ábalos que Page dejara «de tocar los cojones» es, simplemente, que los tocaba. Que era algo muy en duda con tantas apariciones críticas y luego el «sí, señor». Su imagen se fortalece ante el socialista desanimado y silencioso pero no apesebrado, en el que guardará alguna esperanza, y el votante de derechas que es voto suyo en Castilla-La Mancha.

Y luego está el PP. La primera ronda ayuda mucho a Alfonso Fernández Mañueco. El presidente Sánchez se la estaba jugando y él estuvo listo. Y la ronda viene después de encuestas que apuntan a que Mañueco ampliaría su ventaja en Castilla y León. Y justo antes del congreso del PP, cuando vuelve a haber reparto de poder.

El PSOE sigue con que todos son bulos y casquería y con el ataque como defensa. El PP, a la espera, sin sacar la artillería pesada. El Gobierno, en huida, con los ministros de excursión por si hay segunda ronda. Y el presidente, en el extranjero, donde no le abuchean. Y Ábalos, no se sabe. Igual que el fiscal general, que a lo mejor ya hace maletas para que venga otro pero con mandato de 5 años, por el bien de Sánchez. Y el socialismo, callado, cuando saben que con sólo uno de estos escándalos ya habrían logrado la dimisión de un presidente del PP. Y el votante de izquierdas, en lo de que al menos no gobierna la derecha. Y el de derechas, que esto sólo se acaba cuando digan los jueces o se canse Sánchez.

El hermano gemelo de Page rompió el carnet del PSOE por la deriva del partido. Fue en 2023, un tiempo después del mensaje. Javier dijo que siempre sería socialista pero que sus principios y valores eran incompatibles con la militancia en este PSOE de Sánchez. Ahora Emiliano dice que las comunidades se tienen que reunir de forma periódica esté o no el presidente del Gobierno. En esta primera ronda, el PP ha ganado una comunidad. Y el presidente, tan deportista, se ve que tiene una pájara. Palomitas.

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