Secciones
Destacamos
A finales de cada mes de diciembre la FundéuRAE (Fundación del Español Urgente) propone la denominada «palabra del año». De este modo, la institución que vela por el correcto uso del lenguaje pretende mostrar a los usuarios de nuestro idioma aquellos vocablos que, por diversas razones, han sido los más manoseados a lo largo del año que finaliza. Digamos que es instructivo y hasta aleccionador comprobar que hay palabras que en determinados momentos gozan de elevados rangos de popularidad. Como toda encuesta, el resultado final puede ser discutible. Acaso por ello, y porque las opiniones suelen ser discrepantes, se añade un puñado de términos finalistas que, si bien no lograron el oro, sí estuvieron a punto de alcanzar el medallero. El año pasado la palabra escogida fue «polarización», seguida muy de cerca por «amnistía». Considero que ambas gozaron de generalizado uso y abuso. Razones, desde luego, no faltaron, habida cuenta de la turra que aguantamos los sufridos ciudadanos asomados a cualquier medio, donde la primera se percibía en el ambiente de cabreo social bastante generalizado, y la segunda era consecuencia de un humillante chantaje al Gobierno de la nación. Escoltando a «polarización» y «amnistía», pero con menor rango de popularidad, también subieron al podio «euríbor», «fentanilo» y ¡cómo no! «guerra». Los años anteriores fueron los de «inteligencia artificial», «vacuna», «confinamiento», etc.
La palabra del año 2024 elegida por la prestigiosa editorial Oxford University Press (que ocupa la primera posición en el mundo universitario) ha sido «brain rot», que traducido viene a ser algo así como «podredumbre cerebral» o «deterioro mental». Fue seleccionada por casi cuarenta mil personas de todo el mundo y hace referencia no a una patología concreta sino al impacto que provoca el excesivo consumo y la baja calidad de dicho consumo circulante por las redes sociales. Es decir, estamos «pudriendo» el cerebro con tanta basura digital como la que, cada vez con mayor intensidad, permitimos que dañe nuestra mente. En otras palabras, consciente o inconscientemente, nos sometemos a contenidos de ínfima calidad en internet y, en consecuencia, acusamos un impacto negativo tanto en la mente individual (capacidad de concentración y aprendizaje, por ejemplo) como en la salud cognitiva del conjunto de la sociedad. En resumen, precisamos menos TikTok y más sesera.
Por lo que respecta a la palabra correspondiente al año 2025 aquí va un vaticinio. A ver si acierto, porque el veredicto de la FundéuRAE estará a punto de caer. Creo que tienen posibilidades: «fango» (con máquina incluida), «lodo» y «bulo». Y tal vez aparezcan «inundación», «barranco» y «riada». Pero seguro que no figurará la palabra «dimisión». Hay palabras que hieren. Hay riadas que matan.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.