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Opinión

¡Allez, Alcaraz!

Miércoles, 7 de agosto 2024, 07:54

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Me he estrenado en unos Juegos Olímpicos. Así, sin anestesia. Con una furgoneta hasta las trancas de gasolina y la tarjeta bancaria presta para los incontables y abusivos peajes franceses. Destino: París 2024. ¿Qué son más de dos mil kilómetros cuándo te esperan instantes taladrados en materia gris? Perdonen este egocéntrico ejercicio de narrarles parte de mi verano, no se me ocurriría algo más soporífero sin un argumentario más o menos digerible.

Básicamente, el motivo es que he visto a Carlos Alcaraz ganar en la pista central de Roland Garros. No hace falta más. Juego, set y partido. Los 200 grados del sol parisino disfrazaron de épica la victoria de un chaval de Murcia que horas antes apenas podía sostener la sonrisa por el cansancio durante el entrenamiento. Dr Jekyll y Mr Hyde. Es asombrosa la capacidad que los grandes campeones tienen para gestionar y exprimir sus energías cuando tocan a arrebato. Sentirlo en directo, envueltos en la bandera y gritando !Allez, Alcaraz! justifica todo el esfuerzo. Confieso que soñé con encontrar a Rafa Nadal pisando el mismo escenario, pero el deporte profesional es salomónico e injusto con los veteranos, especialmente cuando introducimos la variante Djokovic.

Pero varios días de empacho olímpico me deja algo más de poso. No creo que exista acontecimiento cíclico a escala planetaria que exija un mayor esfuerzo colectivo de organización e implicación que unos Juegos. Y no sería posible sin la legión de voluntarios que han tomado París estos días. Es reconfortante comprobar cómo esta sociedad tan egoísta tiene grietas de generosidad en pro del bien común. Prestos a cualquier gesto o necesidad, incluso de los que sólo chapurrean algún idioma extranjero. Chapeau.

Sólo es la insulsa opinión de un turista más, pero creo que París ha pasado el examen con nota. Con la amenaza de peligro latente 24 horas al día, la sensación de seguridad está presente sin agobios ni groserías, con respeto y buenas caras. Y salvo alguna 'clavada' de rigor aprovechando el contexto, me han sorprendido unos precios que presuponía más caros. Es más, les confieso que he buscado la comparativa de los salarios medios de España y Francia, 29.000€ vs. 43.000€, y, sin embargo, hay muchos productos más baratos una vez superados los Pirineos. Para hacérselo mirar.

Hay motivos para envidiar a Francia, como ese chovinismo bien entendido en el que confluyen todo tipo de raza o religión. El problema para ellos es que no son españoles y que no tienen a Alcaraz.

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