La doble vara de medir
Tendrá que explicar el PSOE por qué el PP no puede llegar a acuerdos con Vox y ellos sí lo hacen en las Cortes de Castilla y León
Con la llegada de Ciudadanos a las instituciones hace ya unos cuantos años, se puso de moda entre los políticos el término «hacer pinza» para despectivamente y como crítica valorar un acuerdo o una convergencia entre dos fuerzas políticas. Recuerdo cómo en la Diputación de Salamanca Lolo Hernández o Jesús de San Antonio acusaban a PP y PSOE de hacer pinza cuando se les ocurrió aprobar conjuntamente el Plan de Carreteras o cuando la oposición se abstenía en el voto de los presupuestos aprobados por el equipo de Gobierno. Era divertido porque después, cuando hubo un acercamiento de Cs al PSOE quién les acusaba de «hacer pinza» era el PP, y posteriormente, cuando Cs se acercó al PP fruto del acuerdo en las Cortes de Castilla y León, eran los socialistas quienes afeaban el pacto. Pues bien, la pinza ha vuelto. Eso sí, una pinza que nos deja ojipláticos por la abismal diferencia que hay entre la extrema derecha y la izquierda sanchista.
En las Cortes de Castilla y León hemos visto esta semana la unión de las antípodas ideológicas. PSOE y Vox han llegado a un acuerdo y no ha sido por mejorar la vida de las personas. No han pactado un plan para que los jóvenes puedan acceder a la vivienda, tampoco han buscado la manera de facilitar la vida a las familias que pasan las de Caín para llegar a fin de mes, ni siquiera han puesto las bases para combatir la soledad de las personas mayores… han hecho la pinza por una cuestión de publicidad institucional. Hay que ver la importancia que dan a veces a los periodistas y a los medios de comunicación y el ninguneo al que somos en otras muchas.
Cuando en la primavera de 2023 los ciudadanos fuimos llamados a las urnas para elegir a las corporaciones municipales, el mensaje de la cúpula de Vox fue claro: «ni un solo acuerdo con el sanchismo. El del PSOE fue similar: «prohibido pactar con la extrema derecha». Dos años después, aquellos que impedían pactar son los que se unen. Los misterios de la política. Los mismos misterios que te llevan a pensar por qué el PSOE puede pactar con Vox y si lo hace el PP son unos fachas. La doble vara de medir que tanto asquea de la política.
La salsa que le faltaba a este guiso agridulce era Francisco Igea, y fiel a sus principios ahí metió baza el procurador del Grupo Mixto. El que fuera vicepresidente de la Junta de Castilla y León se atreve a dar lecciones a todo el que le rodea. Es como un contertulio de esos que saben de todo en televisión, que te analizan con la misma superioridad intelectual la crisis del Ébola que la guerra del Golfo Pérsico, de los que son capaces de analizar técnicamente un partido de fútbol americano y al minuto sentencian un juicio que ni siquiera se ha celebrado. Igea vino a cambiar la política y lo ha hecho para peor. Un político que ha reconocido que carece de principios y eso fue lo que aupó a la Vicepresidencia de la Junta. ¿Cómo nos vamos a fiar de alguien que antes de firmar un acuerdo de Gobierno y ser el numero dos está en contra de ese pacto?
En fin, que todo lo que ha ocurrido en las Cortes de Castilla y León ha sido un disparate. Y no entro a valorar si hay que reformar o no la ley de publicidad institucional, porque aquí todo no es blanco o negro. Me quedo con los tejemanejes de la política y cómo nos engañan a los ciudadanos.
La moraleja de todo lo que ha pasado esta semana es que las diferencias entre los diferentes políticos no son insalvables, y que cuando se proponen realmente llegar acuerdos pueden hacerlo, la pena es que la pinza no sea por los motivos que realmente necesitamos los ciudadanos.
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