Salamanca solidaria con Valencia

Cuatro policías locales voluntarios+otros tantos empresarios+cuatro conductores, formaron un convoy de trabajo y ayuda con maquinaria pesada, con su dinero y donativos, su trabajo y su experiencia, para ir a ayudar en la zona cero. La reflexión desde uno de ellos:

«El estado del bienestar que tus padres heredaron y construyeron tus abuelos, se ha roto con nosotros. Es cierto que la aparición de las redes sociales, la tecnología de la información y la inmediatez de todo, no contribuyen en nada a la sensatez en el pensamiento social. Lo anterior, como mecha de explosivo, sin control alguno, se expande al amparo de la mentira y la falsedad, donde los pecados capitales como la envidia o el egoísmo, se manifiestan continuamente. Es el caso actual de toda la información que nos llega de la zona cero, nada es lo que parece».

Volviendo al estado del bienestar, clave en esta crisis, sustentado por los principios y valores sociales heredados y pagados con los impuestos legítimamente exigidos, demuestra que está corrompido por la política, puesto que no es normal que «personas salven a personas» ya que lo suyo es que «administraciones salven a personas, a otras administraciones y a otros Estados». La repugnancia política y las Autonomías y sus competencias, nos someten a sus intereses políticos, haciendo demostraciones de poder, según sus prioridades. Cierto es que el estado de las Autonomías no contempla una situación de crisis total, pero el gobierno central sí, ya que un «estado de alarma autonómico» no existe. Dimes y diretes jurídicos que se nos escapan. Lo cierto es que como pollos sin cabeza, hay militares, policías locales, policías nacionales, protección civil, bomberos locales, bomberos provinciales, bomberos forestales, UME,... sin un mando único ni gestión única, porque ¿no le ha interesado a nadie? Y miles de voluntarios que amanecen un sábado por la mañana diciendo...¡Vamos a salvar Valencia!, con una escoba y una pala como en la revolución de los campesinos. Así no se soluciona nada, si contásemos las horas efectivas que cada pala o escoba han hecho, no llegarían a 2 diarias por voluntario. Voluntad mucha, resultados...pocos. La única alegría, los jóvenes unidos por una causa apartados de otros vicios juveniles y muy motivados; ojo, jóvenes motivados en nuestra sociedad, tomemos nota, qué orgullo, porque se demuestra que no lo estamos haciendo tan mal y que ellos lo intentan. Pero la falta de coordinación nos da voluntarios que estorban y colapsan las vías de acceso, las de evacuación y retrasan la labor de maquinaria potente y pesada. Una pregunta, hasta el lugar ha acudido maquinaria de toda España, qué pasa, ¿más cerca no hay más?

En esta crisis solo hay una solución: coordinación, organización y profesionalidad. Dice mi madre: «El que no acude a una gotera, acude a la casa entera» o nos damos prisa… o vendrán otros problemas».

Este ojo que observa, con otra voz.