Mi querida España, ¿dónde estás?

Si la malograda cantante Cecilia levantara la cabeza no podría hablar de su querida España porque, con los últimos acontecimientos, lo primero con lo que se encontraría es con que España no existe. Lo que fue España, hoy es un conglomerado de países en minúscula y si no somos país ¿quién va a querer ser su hierba cuando muera? Nadie es español, excepto en el futbol. Somos «país catalán», «país valenciá», «país vasco», «pobo galego»… aquí no queda ni el apuntador…quedamos la vergüenza castellana, la porquería andaluza y una parte residual de cántabros, astures, murcianos, baleares, canarios…naaaa… tó chusma…

Está claro que la unidad de España que conocimos los que nacimos antes de los 80… se la han cargado.

Este ojo que observa ve en la vieja piel de toro, un solar vacío. Sí, vacío, porque cada vez que me paro a pensar en ella, nada o poco queda de lo que yo conocí. Todo cuánto nos componía como grupo, unidos en la ayuda de crecer con un común denominador para ser una potencia económica y cultural amén de política, ha desaparecido. No sé por qué a los jugadores de la selección española Álvaro Morata y Rodrigo Hernández se les ha sancionado por los cánticos de «Gibraltar español» ¡Si España no existe! Díganme ustedes a quién le importa que Gibraltar sea español o no, ¿a los catalanes?, ¿a los vascos?,¿a los gallegos?... A nadie, solo le importa a los cuatro gatos que quedamos en la pobre España vaciada, esa que dio su sangre por la que ya no existe.

Nos hemos quedado sin los servicios de la Nación, los que nos unían como hermanos y nos daban la tranquilidad en todo el territorio nacional, haciendo de España ese lugar al que todos envidiaban. Ya no hay Guardia Civil distribuida en cuartelillos con teniente y números que den seguridad en el territorio rural, ni trenes, ni médicos, ni farmacias, ni escuelas, ni peones camineros, ni bancos, ni cajas, ni curas que curen el alma, ni correos, ni jueces de paz, ni pequeña agricultura, ni ganadería para vivir, ni agua para regar, porque hasta han quitado los pozos centenarios de propiedad por falta de papeles, no se puede podar el monte para sacar leña y calentarse, no se puede cazar, no se puede pescar, no se pueden coger conchas ni piedras de la playa… No se puede vivir si no estás en ciudad. Ya no puedes dejar la puerta abierta, la droga campa por su antojo, el delincuente tiene más derechos que el que cumple la ley, la ley no es igual para todos porque ya no todos somos iguales.

Un gran mayoría estamos bajo el imperio de los maltratadores y violadores políticos, esos chulos, abusadores, los que nos hacen bullying y además nos roban el dinero, la dignidad y la historia desde los Reyes Católicos, a los que claro, les consideran los culpables de todo incluyendo a Colón «el gran esclavista». En definitiva, la mayoría somos sus «pagafantas».

Yo quiero ser inglesa. Ellos están orgullosos de ser quienes son y no se arrepienten de NADA.

¡Gibraltar inglés!