Otras lágrimas… las de EHE

Somos muchos los que vemos esto con preocupación. He de reconocer que nuestro periódico LA GACETA y nuestra compañera Susana Magdaleno, experta en los temas de campo y siempre perfectamente informada, ya nos han puesto sobre la pista real de un problema que venía corriendo como la pólvora entre los grupos de WhatsApp de ganaderos españoles, sobre todo de la Submeseta Sur y Andalucía que describían con horror lo que estaba aconteciendo en el Sur. Lo que es incomprensible es que haya tardado tanto en darse información en la Submeseta Norte, concretamente en Castilla y León, donde parece que nuestros expertos políticos o están de vacaciones o no se enteran o no nos dan puntualmente la información. Mi madre tenía un refrán que viene muy bien al caso» Muerto el burro la cebada al rabo». Pues eso, ¿hay que esperar a la debacle para poner remedios? Lo cierto es que sólo quedaba el sector primario y la tierra, para entrar en bucle y desde luego, por unas cosas o por otras… parece que a este sector (les recuerdo el más importante en Salamanca) le están dando todas en el mismo carrillo. Y no vale decir que bueno, que las cosas vienen así, que si es así la naturaleza, que si esto, que si lo otro… ni muchísimo menos, cuando las cosas van así en otros sectores productivos se toman medidas o si no recuerden los múltiples rescates y ayudas, aunque no seré yo quien diga que no merecidas ni mucho menos, que se dieron a otros sectores productivos y no miro a ninguno, pero ustedes son muy listos y saben de lo que hablo.

Ya veremos a ver este virus qué nos trae. Esto me recuerda al principio de la Covid, que nunca nos iba a llegar…y llegó y nos cogió hasta sin información.

La información es el verdadero poder para paliar los males y yo me pregunto ¿Lo lógico no hubiera sido tener información real, sí real, de lo que estaba pasando en el Sur y haber buscado soluciones para que en Castilla y León, la comunidad con mayor peso ganadero, esto no nos cogiera sin saber? Este ojo está ojiplático porque ahora correremos y me pregunto ¿para llegar a dónde, si lo tenemos encima? Eso sí, todos están superocupados buscando acuerdos para gobernar… pero como el ganado no vota… ¡anda ya!