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RENGLONES TORCIDOS

Urna hecha añicos

Mi pregunta es cómo queda esta España tras la jornada electoral o la denominada «fiesta de la democracia»

Lunes, 24 de julio 2023, 05:30

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Así quedó la urna de la mesa electoral de Berrocal de Salvatierra, una mujer «muy alterada» fue la causante. En quince minutos todo resuelto y continuó la función, perdón, la votación. No se por qué se me ha ido el santo al cielo y confundí votación con función, como si esto de las elecciones fuera puro teatro y los políticos de turno unos artistas. En este caso no les voy a desear «mucha mierda» , como se dice en el argot teatral, porque de eso hay más que de sobra. Perdonen que me ponga tan escatológico, pero la verdad es que la realidad huele francamente mal. Me temo que la mujer «muy alterada» no es la única, ya sé que la culpa de todo la tiene la pandemia, pero algo más puede haber en medio del ambiente que se respira y que entre todos enrarecemos. Quizá los que ayer leyeron o escucharon el Evangelio, en el que Jesús (el de Nazaret) relataba la parábola de la cizaña y el trigo, entenderán un poco mejor la realidad en la que nos movemos o al menos lo intentamos. Dichosos vicios humanos, repetitivos a lo largo de los años y acentuados en distintos momentos, dependiendo de las supuestas cabezas pensantes que gobiernan y los ideólogos que manipulan desde los distintos ámbitos. La urna quedó hecha añicos, pero la desgracia se remedió con rapidez y eficacia, acabando la «muy alterada» mujer en las dependencias policiales de Guijuelo. Mi pregunta es cómo queda esta España nuestra después de la jornada electoral o la denominada, para muchos, «fiesta de la democracia». Yo no quiero decir que España estuviera hecha añicos, como la urna, ni mucho menos, para eso el mejor ejemplo es Ucrania, de quien casi nadie se acuerda y muchos de los que mantienen viva a Ucrania en el recuerdo es por las subvenciones que reciben para ayudar a los refugiados, ahí lo dejo. Porque el tema del negocio y el lucro a cuenta de las desgracias humanas también da para mucho. Es cuestión de levantar un poco la tapadera y ojear lo que se está cociendo, eso sí, sin acercarse mucho no sea que te acabes quemando. La movida migratoria no es un juego de niños y los intereses son muy grandes y muy lucrativos los beneficios. En fin, volviendo a «la fiesta de la democracia», hoy toca resaca y vuelta al baile del día a día de la vida. Alguien tendrá que bailar con la más fea y España bailará al son que le toquen, teniendo que cambiar de ritmo más de una vez, según quién pida que suene la música. Los votantes de Berrocal de Salvatierra tuvieron prórroga de quince minutos en su particular jornada electoral, no sé si España está para muchas prórrogas o si al final se nos acaba el tiempo, lo que sí tengo claro es que más de una vez estamos en fuera de juego. Demos pues la bienvenida al nuevo gobierno y arrimemos todos el hombro, dispuestos a sudar juntos la camiseta para que España pueda continuar brillando con luz propia, poniendo en valor toda su grandeza y su riqueza. Decía Mafalda: «A veces se gana, a veces se pierde, pero siempre se aprende …» y Maxwell: «A veces se gana y otras, se aprende». Ojalá lo logremos y sepamos valorar objetivamente aciertos y errores.

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