Rock y cómics

Una mañana del 78, el dibujante español de cómics Nazario despertó con dos buenas noticias. La primera más viable: su músico favorito, Lou Reed, a pesar de los serios problemas de adicción que por esas fechas convertían su intención de rematar un disco en una odisea, acababa de publicar nuevo trabajo: «Take No Prisioners». La segunda, increíble: la portada de ese disco estaba protagonizada por un dibujo realizado por el propio Nazario hacía algún tiempo para el fanzine «Rock Comix».

Tras pellizcarse el brazo varias veces para cerciorarse de que aquello no era un sueño, percibió que allí donde debería venir su nombre como autor de la ilustración había otra firma, la de un supuesto dibujante llamado Brent Bailer. El tal Bailer había fusilado sin permiso una ilustración en la que Nazario representaba la muerte del glamour y el nacimiento del punk. El sueño comenzaba a convertirse en pesadilla.

Advertida de la intención de pleitear en defensa de la propiedad de su obra y de una justa contraprestación, la multinacional de Reed editaría el disco con otra portada diferente en España en la que no aparecía tal dibujo. Ante los elevados costes de pleitear en tribunales internacionales Nazario se retiró a masticar la injusticia a su estudio pero en el año 2000, BMG reeditaba el trabajo en CD en nuestro país de nuevo utilizando la portada con la ilustración de Nazario que esta vez sí pleiteó en tribunales españoles. El juez ordenó pagar 4 millones de pesetas al autor original del dibujo.

No todas las historias de esa estrecha relación que siempre ha mantenido el cómic con el rock son tan jugosas como la que les acabo de contar, pero es indudable que existe una fructífera y estrecha colaboración entre ambas disciplinas de la cual la exposición «Vibraciones Underground», comisariada por Javier Panera y que estos días pueden ustedes visitar en la Sala de exposiciones del Patio de Escuelas, es una maravillosa y completísima muestra. Ahí podrán ver la portada de Reed y otras muchas de bandas como Ramones, Los Clash, Beatles, Kiss, o The Cramps. Revistas, cómics, pósters, libros y otros muchos objetos de un tiempo maravilloso que muchos recordamos con nostalgia ante el avance del imperio de las nuevas tecnologías. Desaparece el formato físico que tantas veces manoseábamos en nuestra habitación o pegábamos en las paredes y con ello una expresión artística genuina, divertida, sugerente, colorista, magníficas obras de tantos geniales dibujantes. No se la pierdan.