Sánchez sigue suelto
El presidente del Gobierno «profundamente enamorado» ha pasado al estado de «profundamente sorprendido»
«Sánchez debe dimitir». El título del editorial de ayer de LA GACETA lo resume todo. No debería quedarle otra salida al felón de Sánchez en espera de nuevos capítulos del horror que ha sido su paso por la presidencia del Gobierno desde aquel infausto 1 de junio de 2018, tras salir adelante la moción de censura presentada contra Rajoy, una monjita de la caridad si lo comparamos con un Sánchez cuya personalidad rompe todas las barreras de la psiquiatría moderna. Aunque es de sobra conocido, conviene recordarlo: aquella moción ha sido la mayor infamia en democracia, y me atrevería a escribir que una de las más graves de nuestra Historia. En nombre de la limpieza y la regeneración políticas, toda una cruzada sanchista contra la corrupción -decían-, llegaron estos nuevos vándalos arropados, por otras hordas patrias: supremacistas de las aldeas catalana y vasca, filoterroristas, leninistas de Galapagar y tontos, tontas y tontes del bote, cuyo representante es, sin duda, Yolanda Díaz, suerte gallega de Paco Martínez Soria de visita en Madrid, qué guay, qué grande. Y así, aquel triste 1 de junio de 2018 empezó un latrocinio jamás visto desde un Gobierno en nombre de la progresía, puta palabra, y la transformación de una sociedad del bienestar en otra empobrecida, cautiva y saqueada, que es donde estamos ahora. Y desde entonces, el poder de este Gobierno psicópata ha sido una sucesión de asaltos a la honestidad, a las instituciones y a la convivencia social. Sánchez ha dinamitado lo que encontró a su paso y en ello parece seguir empeñado, aunque ahora malherido, un Rambo maquillado y rey de los hipócritas. El presidente del Gobierno «profundamente enamorado» -estúpida declaración jamás vista como coartada política- ha pasado al estado de «profundamente sorprendido». Yo no sabía nada, a mí que me registren, vino a decir el felón sobre las ruinas del PSOE, partido que ha destruido con el beneplácito de la mayoría silente socialista, abducida por el puto amo, como ellos le llaman. Pero no nos confiemos, pues a pesar del trabajo de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil y de nuestro principal valedor, la Justicia, lo único cierto por ahora es que un chulángano peligroso anda suelto, diciendo altivo que volverá a presentarse… en 2027. Así es él, «Macho man».
Desmontar el «sanchismo» no va a ser fácil, vamos a sufrir, por no hablar de lo que aún tendremos que ver, pero los españoles hemos demostrado ser los mejores fajadores en el combate.
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