De Noelias y Noelios
Ayer al despertarme tenía e un mensaje de mi amigo H:
-Feliz día de Santiago Apóstol, patrón y protector de España.
Yo le respondí con una imagen de Santiago acompañada de una bandera de España y unas espadas.
-Fachorros somos, contestó.
-Total. Y más que seremos (y más espadas en alto)
- Voy a ver -dijo H- si me nombran algo, inflo el cv, dimito, y así me lanzo al estrellato. Es la manera de ser alguien.
- País de Noelias y Noelios.
-Por ejemplo.
-Uno de tantos. La España parasitaria, dije.
-Ahora resulta que es un puto mérito dimitir por caradura.
- Ahí le has dado, H. La democracia no era esto.
- Bailando al ritmo que toca Oscargután, que diría FJL.
- «Amosnomejodas», hubiera dicho Platón.
Y así hasta el infinito, si quieren, pues hemos convertido nuestro día a día en un guión, ¿de Torrente?, no, no, Torrente es Barrio Sésamo, los Chiripitifláuticos, al lado de esta España pornohumillante.
Lo que el país necesita en vena es gente como nosotros, gente normal, ajena a la corrupción y al mamoneo como modo de vida y como aspiración, que no tenemos necesidad ni de construirnos una vida paralela ni de vivir del cuento y del peloteo, más bien baboseo, como el que le acaba de dedicar Óscar Puente a su amado puto líder, diciendo que Pedro Sánchez es el salvador, la anunciación (de Begoña) y un ídolo mundial. Esto es de locos, un ictus, sí, pero global, el que provoca este nazismo divino, como aquella izquierda de mierda que se inventaron en Barcelona los niños pijos aburridos «Licor 43» con naranja en mano. Amosnomejodas, que diría Platón al borde de la blasfemia. Lo que España necesita es más Santiago Apóstol (fiesta nacional ya) y menos sinvergüenzas paseando por el Congreso de los Diputados. Ah, perdón, que lo olvidaba, ya no son diputados, no son nada, ni nadie, gente al dictado y a la rica sopa boba. Noelias y Noelios, como Yolanda Díaz, que el otro día descubrió que hay lugares llamados «fruterías» y que son caras, debe ser que para ella las naranjas caen del cielo, como una lluvia de meteoritos pop. Aparta Platón, que salgo.
Mientras la alta política (¿alta Cuca Gamarra, alta Cerdán, alta Noelia Núñez, alta Pachi López?) no reaccione con rapidez y le de un vuelco a su manera de fabricar vasallos e inútiles para sus filas, no vamos a ninguna parte. No es cuestión de las mentiras habituales, de los doctorados falsos, de los títulos inflados, es cuestión de echar a la calle a todos estos vividores que no han dado un palo al agua en su vida. Macarras a sueldo.