Secciones
Destacamos
Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
Opciones para compartir
La miseria se apodera del ambiente, la podredumbre política nubla toda esperanza. Triunfa la supervivencia. ¿Imaginan el Manhattan tras el colapso de las Torres Gemelas, aquel apocalipsis polvoriento? Así es nuestro presente, una lluvia de barro. No llueven hombres, que cantaran «The Weather Girls», llueven mediocres, mediocres hijos de puta postnucleares, como cucarachas resistentes a todo atisbo de dignidad y cordura. Este mundo nuestro me descoloca y me siento vencido. Creo que han ganado y me aterra.
Ayer, ayer mismo, cuando pensaba en escribir sobre la mamá de Nacho Cano (¡viva el sentido común!) o sobre cómo el «sanchismo» intenta amordazar al vigía de la libertad, la Prensa, la portada del diario «El Mundo» me mandó de un brutal bofetón al otro lado del ring. Salí volando y aquí estoy, medio muerto entre sangre y vómito. No llamen al 112, esto no tiene remedio. Qué pena de España, pero todos en la Plaza Mayor, qué exitazo, cómo nos lo pasamos. ¡¡Omar, Omar!!, España es Omar, no le den más vueltas. Mientras, la foto de «El Mundo» en primera plana, cuatro columnazas para dar miedo: «Illa abre las puertas de la Generalitat a Jordi Pujol». Y en la foto principal adjunta, Salvador Illa babeando sumiso ante el gran corrupto, Jordi Pujol i Soley. En lugar de estar en la cárcel con un uniforme a rayas, son recibidos con honores en la institución que saquearon. Me van a perdonar, pero puta España, ¿qué tendremos que ver más allá de terroristas y corruptos sueltos por las calles? Me temo que mucho más, pues la perversión no conoce el miedo ni la vergüenza, ¡hala Madrid!
Qué más tendremos que ver, me pregunto noqueado. La foto de Illa me resultó tan repugnante, tan obscena, tan delictiva… Ver a Pujol recibido con honores en la Generalitat, un hombrecillo que, junto a su familia, durante décadas saqueó las arcas catalanas, y por tanto españolas, sin que hasta la fecha haya pasado absolutamente nada (nota: nada significa nada, la impunidad plena). ¿Qué más tendremos que ver, que vivir, que soportar? Esa foto sólo tiene un significado: el derrumbe del Estado, arrodillado ante la corrupción y el fanatismo, y atendiendo los cantos de sirena de las dictaduras bananeras, todo ello perpetrado por individuos insignificantes como este Illa que, sin embargo, es todo un as del boxeo, tanto que me ha dejado grogui, chorreando asco.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.