¿Es usted el asesino?
En 1967, España vivió uno de sus primeros fenómenos televisivos con la emisión de «¿Es usted el asesino?», una serie dirigida e interpretada por Narciso ... Ibáñez Menta, padre de Ibáñez Serrador, el creador del «Un, dos, tres». Todo el país se sentó aquellos días delante del televisor para conocer la identidad de un misterioso asesino del paraguas. Pues bien, hoy, casi sesenta años después de aquel bombazo de TVE, y viendo cómo está el panorama político que ya nos está arrastrando a un pozo de miseria socioeconómica y detritus democrático, habría que formularse casi la misma pregunta, ¿es usted el votante de Sánchez? Como estudio psico-sociológico, podría buscarse al votante tipo del PSOE: ¿quién puede estar tan ciego moralmente como para seguir apoyando a Sánchez y lo que representa? Incluso podríamos detenernos en esos representantes políticos socialistas que, aunque públicos y conocidos, se mueven en el más absoluto de los sigilos apoyando esa mutación defectuosa del socialismo que han sido el «zapaterismo» -primera alteración en la genética socialdemócrata- y el «sanchismo», golpe definitivo a la estructura molecular de la democracia. Por ejemplo, ¿nadie en el socialismo salmantino está escandalizado, avergonzado, encabronado por la deriva totalitaria tomada por el partido de sus amores?, ¿nadie? No me lo creo.
Sin estar envuelto ahora mismo en ningún problema de corrupción o similar, conozco a decenas y decenas de votantes del PP que no soportan a Feijóo, que lo critican abiertamente a él y a su núcleo duro, a su falta de concreción y de equipos sólidos, pues es lo natural, que la sociedad «asalte» la política y le diga incluso a los suyos «hasta aquí hemos llegado». Eso es una democracia sana, madura y seria, lo demás es Venezuela.
Pedro Sánchez ha llevado muy lejos sus ansias de poder personalista, sin que nadie hasta la fecha en su partido le haya rechistado, al contrario, se matan a aplaudir temerosos de no salir en la foto en las próximas elecciones. Y ya no hablamos de la increíble situación procesal del entorno más íntimo de Sánchez, que hubiera hecho caer al Gobierno del Congo, hablamos del momento más crítico que ha vivido nuestro país desde la muerte de Franco, con un intento de secuestro permanente de los poderes Judicial, electoral, a través de la compra y manipulación de medios de comunicación; y por último, del Legislativo, controlado por Sánchez y sus socios carroñeros, hasta el punto que el propio presidente ha dicho que no necesita del Parlamento para gobernar. De verdad, confiese: ¿es usted el asesino?
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