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EL COMERCIO SALMANTINO POR GREMIOS

Quioscos de prensa y vendedores

El primero fue un comercio situado en la Plaza Mayor que antes de 1822 vende la prensa que llega a la Casa de Postas

Sábado, 30 de septiembre 2023, 05:30

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El primer quiosco no fue tal sino el comercio de Miguel Domínguez en la Plaza Mayor, número 22 que, antes de 1822, vende la prensa que llega a la vecina Casa de Postas, desde donde la pregonan los vendedores ambulantes. Recibe 'La Gaceta' que era el BOE de la época.

Vendedores ambulantes.- Tenemos noticias de algunos: Un crío llamado Quinito de 9 años, que desde los 6 viene ayudando a su madre viuda, que es la vendedora; «La Manterola», mujer de baja estatura arrebujada en un negro mantón, pregona con voz fatigada periódicos y lotería. Le han tocado algunos pequeños premios que le permitirán una plácida vejez; Valentín Manjón es antiguo en el oficio; Isabel Vales también es veterana; junto al arco del Prior pregona «El Adelanto» de una forma rápida y extraña, como si temiera que le oyeran y molestara, un ciego que se apoya en un gran cayado. Le acompaña su hija de corta edad. Ocupa el mismo lugar en que con el tiempo se situará otro popular personaje, también ciego, el bueno de «Rafael».

Escalerilla del Pinto.- En la escalerilla del Pinto se situaba Pedro «El Ciego». A finales del siglo XIX el quiosco aquí ubicado era propiedad de Sebastián Álvarez y despachaba también lotería. Da paso a uno metálico y de cristal Juan Torres Mas en 1896, el único que vende el periódico «El Nuevo Mundo» y que es retirado el 03/07/1900 por la denuncia de Segundo Gómez Sauceda, dueño de la confitería «La Madrileña» en cuya pared se encuentra. Vuelve de nuevo más tarde otro modesto quiosco metálico que regenta «La Barazala». Antes de la guerra era su pregonero, el vendedor ambulante Cesáreo Moreno Martín «El Manquito».

Escalerilla del arco de San Fernando.- En 1902 ya existe un quiosco propiedad de Rosa Martín, cuando apenas llega prensa a Salamanca, vendiendo en exclusiva «El Sol», «La Voz» y «ABC». Al inaugurarse el 03/06/1920 una terraza central acristalada para instalar los evacuatorios debajo, ya habían pedido licencia al Ayuntamiento el 04/04/1918 Pablo Blanco y el 18/07/1918 Rosa Martín para vender prensa e instalar «La Continental de Turismo». Se concede a Santiago Pérez Iglesias la instalación de un quiosco en agosto de 1929 y dos años después le coloca puerta metálica.

Escalerilla del Ochavo.- Guillermo González Esteban, que vivía en la calle de Lucero, 15, construyó en 1891 un quiosco de madera y se viene diciendo que fue pasto de las llamas en una algarada política en 1930 por lo que en 1931 construyó otro en hierro. Es imposible puesto que falleció el 15/09/1923 por lo que tuvo que ser su sucesor, que dio el traspaso a Ángel Sánchez Miguel en 1959, quien antes había vendido prensa en la escalerilla del Pinto, más tarde en un portal de la calle de Toro, luego a las puertas del café «Castilla» y a su cierre en la cervecería «La Tropical». Al fallecer el 07/04/1995 cogió el negocio su hijo Ángel Sánchez Sánchez que lo gestionó hasta su jubilación, donando el quiosco al Museo del Comercio.

Arco del Toril.- En 1891 ya existe el quiosco de Remigio Araujo y una de sus vendedoras ambulantes es la conocida como «La Gurrumenta». En 1924 se instala en un modesto taquillón portátil, que guarda en el portal bajo el arco, el personaje conocido como «El Mellizo», cuyo vendedor ambulante es «El Relámpago», así motejado por su velocidad constante con el rimero de periódicos bajo el brazo.

El Arrabal.- En 1897 ya está José Barazal con prensa y lotería.

La Lonja.- Ese mismo año, en el número 2, Francisco «El Ciego».

Arco del Ayuntamiento.- El quiosco situado en el hueco del nuevo arco abierto bajo el Ayuntamiento en mayo de 1907, aprovechando el terreno sobrante en el nicho de la pesa del reloj, es alquilado el 29/06/1907 por Teresa Hernández Vaquero para expendeduría de tabaco, por 200 pesetas anuales, pero con el tiempo despacha prensa. Enfrente Filomena Esteban Sánchez pide licencia para situar un taquillón portátil donde vender prensa, colocando los periódicos sobre cordeles en la pared, prendidos con pinzas de la ropa, instalación que dura hasta los años sesenta.

Plaza del Liceo.- Francisco Mancebo tiene un quiosco en 1928.

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