Hostelería anterior a 1925 (XVI)

CAFÉ Y HOTEL PASAJE (1).- Desde antes de 1877 y hasta 1885 solamente existía en Salamanca un hotel, el del Comercio en la calle de Zamora, donde luego el Banco de España, que era propiedad de Hernández y Diego. El de las Cuatro Estaciones, en la calle de Toro, propiedad de Anselmo Ansede en ese año abre sus puertas.

El ferretero Francisco Hernández Martín, al que se apoda «Paco el de los catres», es el dueño de una enorme extensión de terreno (24.000 pies cuadrados de corrales, cuadras y otras dependencias que habían sido de la casa palacio del Marqués de Grajal, incluidos almacenes con jardín, paneras y el despacho de catres, camas de hierro, jergones y colchonería) que no tenía acceso directo desde la Plaza y que abarcaba desde la Plaza Mayor hasta la calle de Espoz y Mina. Encontrándose delicado de salud Francisco Hernández pone en venta toda la finca con la intención de retirarse en setiembre de 1892.

«Paco el de los catres» pone en venta su finca y Bernardo Martín Pérez, constructor y concejal, su pariente, que se ha percatado de la escasez de alojamientos para la clase acomodada que visita la ciudad, decide adquirir toda la finca, comienza por abrir un café y mientras tanto va construyendo un complejo hotelero de 40 habitaciones en el que se incluyen restaurante y salas de juego. Abre el café «Pasaje» el 14/07/1894, con entradas por Espoz y Mina y por el Pasaje, decorado al mejor estilo de la época con veladores de mármol y sillas de madera, alumbrado por un bello sistema y adornando sus paredes con escenas homéricas pintadas por el mismo artista madrileño que luego decoró el techo del teatro Bretón, rehabilitado bajo la dirección facultativa del ingeniero agrónomo, prestigioso catedrático y maestro de obras don Cecilio González Domingo.

El Círculo, especie de Casino del «Pasaje», en los primeros años del siglo XX, tuvo una actividad cultural y artística sobresaliente. En la pérgola del jardín, de que estaba dotado el patio de luces, se celebraron atractivas actuaciones musicales a lo largo del tiempo. En el jardín construido, ya en 1897 da un concierto el violinista Agustín Soler acompañado al piano por Lucio Rodríguez y más tarde destacan las actuaciones de un conjuntado sexteto dirigido por el maestro y compositor don Hilario Goyenechea e Iturria al piano e integrado por Manuel y Jacinto Rodríguez, (contrabajo y violín), José Mezquita (viola) y Luis Martín (violoncelo) o el trío compuesto por los Rodríguez, Manuel y Jacinto, padre e hijo y Julio Reñones al piano. También en 1900 se celebraron veladas en que se realizaban proyecciones del steróscopo automático, con 12 vistas de la Exposición de París y de la España Monumental, a 10 céntimos. Los conciertos musicales ejecutados por agrupaciones artísticas volvieron a florecer en los años diez del pasado siglo. En los reservados del «Pasaje» son asiduos clientes los estudiantes y jubilados jugando al dominó, garrafina, julepe o chamelo.

Lo que siempre se había denominado callejón de Grajal por el potentado marqués de Grajal, dueño de la mitad de la Acera de Petrineros cuando la construcción de la Plaza, a partir de la inauguración del café pasó a denominarse callejón del «Pasaje», que es el nombre que recibió el establecimiento. En el piso superior al arco de la Plaza se anunciaba el «Hotel Restaurant Pasaje» antes de 1895.

Continúa hasta el 03/12/1899 en que cede la explotación del hotel recién construido, del café y del restaurante, parte del jardín interior y algunas dependencias sin uso a Marcelino Chapado Amigo, que además del café inaugura el «Hotel Pasaje». Vuelve a encargarse de la dirección en 1904 Bernardo Martín, pues lo que le gusta a Chapado es la cocina, ya que no en vano había sido el cocinero del Hotel de las Cuatro Estaciones, de el café de la Universidad en la calle de la Rúa 55 y Palominos 2 y de la Fonda Chapado, frente a la Estación, que había sido Casa Carballo. Bernardo Martín fallece el 28 de setiembre de 1908.

En 1902 el café del «Pasaje» sirve el banquete con motivo de la visita del Ministro de Enseñanza el Conde de Romanones, siendo rector Unamuno.