Fotógrafos afincados en Salamanca (II)

LOS ITALIANOS

Sobre 1891 se instalan en Salamanca «Los Italianos» de los que tenemos pocas noticias. Se hallan en el Paseo de las Carmelitas, esquina a Crespo Rascón, donde ya en el siglo XX instaló su estudio fotográfico Ramón Buxaderas, sobrino de don Venancio Gombáu. Se anuncian diciendo que en su galería se harán fotografías aunque el tiempo esté nublado. Se produce el hecho anecdótico de que en el primer año de su estancia en Salamanca tienen una deuda pendiente con Luis González de la Huebra por suministro de productos fotográficos.

El piamontés Enrique Gilardi Silva estuvo al frente de los Italianos en Salamanca antes de visitar Valladolid a partir de 1871 donde actúa en diversas ocasiones en teatros de la ciudad como físico con el Metafon, un invento suyo, especie de copófono de cristal, parecido al que patentó Benjamín Franklin. Se establece definitivamente en Valladolid hacia 1890 con un establecimiento que denomina «Luz y Arte. Gran fotógrafo de París». También tiene tienda de alquiler y reparación de bicicletas en Acera de Recoletos, 6.

En 1895 pertenece en Salamanca a la directiva del Club Salamanquino de Velocipedistas y gana alguna carrera. Regenta la sucursal de Salamanca Julio Gilardi al que ayuda su hijo Alejandro Gilardi Hereña, ambos expertos músicos, el padre con la guitarra y el hijo con el violín. Alejandro falleció en 1952 y estuvo casado con su prima Valentina Gilardi de la Torre.

EMILIANO JIMENEZ FERNÁNDEZ

Nace en Medina del Campo en 1888, siendo sus padres Pascual y Fidela. En 1916 está trabajando en el estudio de la Viuda de Oliván y se desplaza en agosto a la finca de Terrones y en febrero de 1917 a Ledesma para un reportaje sobre los carnavales.

Abre su propia galería fotográfica en el principal de la calle del Prior 3 y 5, el día 8 de julio de 1917, anunciándose con los últimos adelantos, lámpara Júpiter, trabajos esmerados y postales novedad. Se retrata hasta las nueve de la noche. 6 magníficas postales desde 3 pesetas. Se ceden hermosos mantones de Manila para retratarse. Laboratorios públicos.

Fue colaborador de El Adelanto, La Gaceta Regional, Madrid Editorial, Estampa, Prensa Gráfica S.A. y Abc.

Ilustra el número 27/28 de la revista del Tercer Centenario de la canonización de santa Teresa de Jesús de 27 de octubre de 1922 con varias fotos: Alfonso XIII con su séquito, poniendo la pluma por él regalada en la mano de la Santa, conversando con el Prepósito General padre Silverio de Santa Teresa, procesión tras la imposición del birrete a la Santa o la Santa Misa.

En 1929 hace el reportaje taurino en Bañobarez y algunos años las de Ferias en Salamanca para El Adelanto. Son célebres las fotografías de 1930: Cura sentado, Grupo de charros, Charros de gira campestre, Charras esperando a los galanes en Villavieja o Niña vestida de charra.

Se interesó por pertenecer a la Unión de Informadores Gráficos de Prensa ante los abusos que contra los profesionales se perpetraban en Salamanca pero no fue aceptado porque los estatutos de la Asociación, creada en 1934, eran locales para Madrid.

Afiliado a izquierda republicana fue detenido el 22/07/1936 y puesto en libertad. Vuelve a ser detenido el 20/11/1936 ingresando en la cárcel y quedando en libertad el 12/04/1937 previo abono de multa de 1.000 pesetas por el delito de adhesión a la rebelión. Detenido nuevamente el 16/08/1937 acusado de manchar con pintura la lápida de mármol del Generalísimo en la calle de Toro, esquina a Especias, el 22/01/1938 es sobreseída la causa. La colocación de la referida lápida de mármol fue acordada en Sesión del Ayuntamiento e inaugurada solemnemente el domingo 18, siendo obra del arquitecto municipal Ricardo Pérez Fernández, adornada con el águila imperial sujetando el escudo de España entre dos columnas y los escudos de las milicias nacionales de Falange y Requeté. Lucía la inscripción: «Calle del Generalísimo Franco. 18-VII-1937. II año triunfal». El reportaje fotográfico lo hizo Eustaquio Almaraz y en una de las fotografías se aprecia la pareja de maceros haciendo la guardia de honor con sus lucidas dalmáticas y bonete morado y murado, de airoso penacho de pluma blanca de marabú. Uno de los maceros era el padre del que esto escribe.

Casado con Josefa García fallece en Salamanca.