Y también sin asfalto

Puede que para muchos ciudadanos no sea más que un dato anecdótico porque no viajan demasiado o porque no les toca circular por nuestra autovía más importante, la A-62. Hoy me quiero referir a esta situación que he vivido en estas últimas fechas y que realmente conforma un peligro importante en la carretera. Y es que se ha estado trabajando parcheando estos baches que provocan peligros al conducir, disminuyen efectivamente la seguridad vial y causan daños a los vehículos especialmente en sus sistemas de amortiguación. Puede que tan solo sea anecdótico y no tengamos que lamentar víctimas, sin embargo, creo que la denuncia va más allá cuando hablamos de abandono, sí, abandono de esta provincia en una vía de comunicación terrestre que debía ofrecer seguridad en el camino que nos une con Europa.

Llevamos semanas denunciando este abandono en tantos ámbitos que no me importa volver a recordar que esperamos contestaciones en el Congreso y en Senado para devolver dignidad y un futuro para esta tierra. Vemos que no solo se dan respuestas a la rehabilitación de la Ruta de la Plata a su paso por Salamanca, sino que lo que pensábamos que ya teníamos se deteriora y nos devuelve a tiempos pretéritos. Los tramos comprendidos entre los kilómetros 262.200 y 274.650 dejan a la carretera con la denominación de «camino de cabras». Los baches recordaremos, una vez más, que desestabilizan la superficie de la calzada provocando averías e inseguridad a quienes utilizan este medio terrestre. Sinceramente creo que no se pueden hacer chapuzas en una vía tan importante que es utilizada por media Europa en las comunicaciones entre Portugal, España y Europa. No acabo de creer que el ministerio competente no haya tomado cartas en el asunto y obligue a los representantes políticos de la oposición, es decir al Grupo Popular, a presentar la correspondiente denuncia en la Cámara Baja.

Una vez más tendremos que hablar de olvido y abandono y tendremos que exigir explicaciones y más aún intervenciones sobre el terreno cuanto antes para que no ocurra ninguna desgracia. Siento envidia cuando viajo por Comunidades mejor tratadas en las que no encuentro ningún bache en la carretera, en las que da gusto viajar y en las que uno se siente seguro cuando circula. Esto no está ocurriendo en esta tierra y espero que, cuanto antes, se den respuestas convincentes sin esperar a un nuevo periodo de elecciones que es lo que suele ocurrir en estos casos. Ya lo vimos en la renovación de la A-66 a la altura de Sorihuela hace unos meses. Creo que los electores lo debemos tener en cuenta porque cuando eliges políticos, crees que los elegidos van a defender tu tierra, no a seguir órdenes al dictado y aunque esta cuestión, la de los baches nos parezca una minucia, recordaré que nos es baladí, nos va la vida en ello.