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El Gobierno ha presentado en el Congreso un proyecto de ley que reduce la jornada laboral a 37,5 horas semanales, pero este Gobierno tiene varadas sin apoyos parlamentarios decenas de leyes y parece que esta será una más.

El profesor José Carlos Díez ha señalado: Esta idea refleja bien lo desenfocada que está la política económica de este Gobierno y la ausencia de un plan que permita aumentar, además del empleo, la productividad y los salarios y reducir la precariedad y la desigualdad que sigue siendo una de las mayores de Europa y de los países desarrollados en todo el mundo. La idea surge de Yolanda Díaz y Sumar y tuvo enfrente al ministro de Economía, Carlos Cuerpo, que al final tuvo que ceder por petición personal de Pedro Sánchez, según se ha publicado. Cuerpo ha fichado como presidente de su Consejo de Productividad a Juan Francisco Jimeno, que fue mi profesor de macroeconomía y teoría del crecimiento en la Universidad de Alcalá y que ha sido muy claro: «Reducir la jornada por ley no parece la mejor manera, mejor por convenio».

La medida está basada en decirles a los españoles que pueden trabajar menos y cobrar lo mismo, pero la realidad nos dice lo contrario. El principal precedente de reducción de jornada por ley fue en Francia con las 35 horas que se implantó en el año 2000 y Francia sigue teniendo un gran problema de productividad.

Los modelos económicos de hace años (Joseph Schumpeter publicó un libro sobre este asunto en 1911) decían que para mejorar la productividad hay que aumentar el número de máquinas por trabajador. Por ejemplo, eso sucedió con la llegada del tractor y la cosechadora, aumentó significativamente la productividad agrícola, los trabajadores del campo emigraron a la ciudad a trabajar en la industria y los servicios y así aumentó la productividad total. Eso pasó en España, sobre todo en los años sesenta.

Pero las nuevas teorías del crecimiento empiezan a estudiar la relación de la productividad con el I+D, con el capital humano y la educación, con el mercado de capitales, con el tamaño de la empresa, con la regulación y la burocracia, con la internacionalización de las empresas… Por ejemplo, España tiene una grave crisis de accesibilidad a la vivienda, especialmente para los jóvenes, y la principal causa es que llevamos 15 años produciendo menos de 100.000 viviendas al año, la mitad que el promedio histórico. Pero el principal cuello de botella es la burocracia que eterniza los trámites administrativos para aumentar la oferta de suelo.

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lagacetadesalamanca La reducción de jornada