En los enchufes de Sánchez siempre hay electricidad

Lo más curioso del caso de Leire Díez es querer que nos traguemos que lo que ella hacía no era intentar comprar voluntades a favor del PSOE en varias instituciones del Estado cruciales en la lucha contra la corrupción y así torpedear causas judiciales complicadas para el partido, sino que lo que hacía era, sencillamente, llevar a cabo una investigación por su cuenta y riesgo.

Al aparecer la tal Leire en un hotel caro de Madrid se produjo un espectáculo esperpéntico protagonizado por la mencionada Leire, el comisionista Víctor de Aldama y el empresario investigado Javier Pérez Dolset, con gritos, zarandeos… y mucha prensa.

En el caso de Air Europa, hubo tráfico de influencias, una figura de nuestro Código Penal muy poco usada, quizá porque el tráfico de influencias es casi socialmente aceptado. La aerolínea ya había sido rescatada en tiempos de la pandemia, como lo fueron todas a través del denominado Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas, gestionado por la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales). El problema es que quizá no todas las aerolíneas fueron rescatadas con la misma celeridad ni por el mismo importe ni con las mismas condiciones -después del reparto de un dividendo importante- y por eso Air Europa demandó y consiguió más ayuda.

Se puede concluir que en esta merdé en torno a Pedro Sánchez PSOE y Gobierno se retratan en las grabaciones que se han hecho públicas y dejan claro que esa mafia considera que todo el mundo está en venta o que todo el mundo es chantajeable.

El tal Hidalgo tenía buenos contactos en el Gobierno y también con la esposa de Pedro Sánchez. Es fácil llegar a la conclusión de que el enchufe en España funciona estupendamente, y lo de Sánchez, mejor.

Yo creo que con los nombramientos en las más diversas empresas públicas se demuestra que Leire Díez ha ostentado cargos directivos en empresas del sector público. Se enchufó a Koldo García en una empresa pública como Renfe Mercancías, cuando sus credenciales eran su trabajo como portero de puticlubs. Pero es que Leire Díez resulta que ha sido directora de Filatelia y Relaciones Institucionales de Correos, además de directora de Productos y Servicios. Normal si se tiene en cuenta quién era entonces el presidente de la empresa pública: un señor que venía directamente del PSOE sin experiencia ninguna de gestión ni en el sector. No es que la gestión esté politizada: es que no existe una gestión digna de tal nombre.