Una demografía en caída libre

El 20 de noviembre de 2024 el INE publicó los datos demográficos referidos al año 2023 y esa información muestra una crisis evidente que conduce la población española hacia una caída y hacia un peligroso envejecimiento. Veámoslo.

En 2023 nacieron en España 320.656 bebés. Diez años atrás, durante 2013, habían nacido 425.715. De los nacidos en 2023 el 24,4% lo fueron de madre extranjera, frente al 23,0% en 2022. Hay madres nacidas en el extranjero que tienen ya la nacionalidad española. El 31,3% de los nacimientos lo fueron de madre nacida en el extranjero (española o no).

El índice de fecundidad más usado es el número de hijos que tendría cada mujer según las tasas de fecundidad por edad, que en 2023 fue 1,12 (cuatro centésimas menos que la fecundidad observada en 2022). Conviene recordar que para que la población no decrezca el número de hijos por mujer ha de ser superior a 2,1. El número de hijos por mujer de nacionalidad española fue en 2023 1,09 (en 2013, 1,23) y por mujer de nacionalidad extranjera fue de 1,28 en 2023 (en 2013, 1,52). La edad media de las mujeres españolas al casarse fue de 33,1 años (32,2 en 2013) y en las mujeres extranjeras fue de 30,5 años (29,1 en 2013).

En 2013 el 6,8% de los nacimientos lo fueron de madres de 40 años de edad o más. Ese porcentaje subió al 10,8% en 2023.

A la par que la fecundidad camina hacia abajo, la mortalidad es en España de las más bajas del mundo: 81,11 de esperanza de vida en los varones y 86,34 años en las mujeres durante 2023.

Desde 2015 mueren en España más personas de las que nacen. En 2020, con la pandemia, murieron 151.812 más personas de las que nacieron y en 2023 la diferencia entre nacimientos y muertes fue de 113.590.

La nupcialidad también sigue en caída libre: 172.430 matrimonios y en edades tardías: 39,6 años los varones y 36,9 las mujeres.

Como se ve, el panorama demográfico español es preocupante, y también lo es en Europa. El mayor problema es, a mi juicio, el envejecimiento, que se suele medir según un índice que en el numerador tiene la población de 65 años y más y en denominador la población total. En ese índice influyen la mortalidad, la fecundidad y las migraciones, pero los modelos demográficos demuestran que la variable que más influye en ese envejecimiento es la caída de la fecundidad. Una fecundidad que en España es bajísima pese a que, según las encuestas del INE, las mujeres españolas en edad fértil desean tener más del doble de los hijos que luego tienen.