La Agencia Tributaria
«Un gobierno no está para lucrarse y recaudar 15.444 millones más por la inflación», apunta el analista José Ramón Riera
El 3 de agosto el analista José Ramón Riera publicó en El Debate un artículo titulado El Gobierno «nos ha robado» 15.444 millones en IRPF. El análisis comenzaba así: « Si usted es pensionista o trabajador de clase media y cometió el error de creer en las mentiras de Sánchez y votarle, sepa que, además de engañarle en todo lo prometido, ha utilizado a la Agencia Tributaria y a su sistema de recaudación para sacarle el máximo partido a sus ingresos.
Hoy he decidido mostrarles, con los medios de los que dispongo, que no son un súper sistema de computación en la nube, sino los sistemas con los que cuenta nuestra Agencia Tributaria. El cálculo de lo que hubiese ocurrido con la recaudación de IRPF si se hubiesen ido, año a año, deflactando las bases de retención».
Y es que durante los últimos años el incremento de los pagos por IRPF ha sido superior al incremento de las rentas. Esa diferencia ha alcanza los 15.444 millones que ha recogido Riera. Esto indica que se han estado aprovechando de todos nosotros, año a año, desde que están en el Gobierno, para quitarnos de los bolsillos el exceso de ingresos que hemos tenido como consecuencia de la inflación, y eso les ha producido un extra de ingresos que ha sumado 15.444 millones de euros.
Detrás de este disparate están dos cosas infumables: no se tiene en cuenta la inflación (al Gobierno no le dio la gana deflactar) y -lo que es más injusto- el 90% de la recaudación por IRPF viene de los bolsillos de los asalariados y pensionistas, cuyas rentas están muy por debajo de ese 90%. En otras palabras: el IRPF ya no sirve para los fines para los que se creó.
Riera lo expresa así: «Un gobierno no está para lucrarse y recaudar 15.444 millones más por la inflación. Esto es inmoral a la par que perverso, porque, en porcentaje sobre sus ingresos, quienes más pagan son los que menos ganan, porque sus incrementos marginales son muy superiores en porcentaje a los de los 'ricos».
Y si el IRPF ya no es capaz de alcanzar los fines sociales para los que fue creado se hace urgente y necesario buscar cuanto antes un sistema, impositivo o no, que lo sustituya, pues cualquier estado moderno no puede sostenerse gravando más a los de abajo que a los de arriba. Y este caso del IRPF es el más doloroso, pero no el único. Por ejemplo, la carga impositiva sobre la tenencia de automóviles por parte de las más variadas instituciones tampoco es ningún ejemplo de redistribución.